En el pasaje evangélico de las
tentaciones de Jesús en el desierto por el demonio, el evangelista san Lucas
concluye señalando que el diablo, al ver que no pudo hacer caer al Señor en sus
trampas, se apartó de él hasta el momento oportuno. ¡Y es que el diablo no se
da por vencido! Se retira, pero no desaparece. Se retira a preparar la
siguiente estrategia de ataque para hacer caer a su víctima y poder apartarlo
del camino de Dios y de su voluntad. Por esto es por lo que en el diablo se
resalta que tiene astucia, mas no poder. Con su astucia nos engaña para
hacernos caer; nos envuelve con sus palabras encantadora, como lo hizo en su momento
con Eva al presentarle de manera apetitosa el fruto del árbol del conocimiento
del bien y del mal.
El pasado mes de junio, nos enteramos de una
jugada más de la Organización de la Naciones Unidas, en su afán de imponer la
ideología de género y así destruir los fundamentos de la institución familiar
natural. Y esta vez le tocó el turno al encargado del Comité de Derechos
Humanos de Ginebra, que propuso imponer, - así como lo leen, imponer -; lo que
clasificó como “antropología LGTBIQ+” a las religiones.
Es ya sabido que, este organismo, como parte
de sus políticas impositivas, viene trabajando e imponiendo al conjunto de las
naciones que la componen, la ideología de género o, como popularmente se le ha
llamado, la ideología del arcoíris. Y sabemos con qué intención y finalidad lo
hacen. No es un secreto. Estos siempre están preparando el siguiente ataque impositivo
a las naciones y que tienen que ver con esta ideología genocida y liberticida.
Podríamos preguntarnos: ¿Qué pasaría si este organismo pidiera o impusiera la
fe cristiana a las naciones y así contribuyera a que desapareciera o se
disminuyera la persecución a los cristianos? Se supone que este organismo vela
por la “no discriminación”, sobre todo de las minorías. Pero, en sus documentos
deja claro que no es así; que lo hace más bien buscando y propiciando la no
discriminación de este grupo ideológico de género. Muchas veces se ha
denunciado en este organismo la persecución y discriminación que, desde hace
mucho tiempo, vienen experimentando los cristianos en muchos países, y el mismo
organismo no ha dicho nada, o en el mejor de los casos, sólo ha dicho una que
otra palabra como para que no digan.
La propuesta de este Comité de DDHH, está contenido
en el informe publicado en el pasado mes de junio, titulado Informe del
Experto Independiente sobre la Protección contra la violencia y la Discriminación
fundadas en la Orientación sexual y la Identidad de Género, donde se afirma
en el mismo que “la antropología LGTBIQ+, debe ser (impuesta), en la
legislación y las leyes educativas de todos los países y, además, en el cuerpo
doctrinal de todas las religiones. De lo contrario, no será posible acabar
contra la discriminación contra ese colectivo”. Claro que este informe es
preliminar, que no cuenta con la aprobación, todavía, de los países miembros.
Pero, aun así, no deja de ser un indicio de por dónde van las cosas en este
organismo en lo que se refiere a sus políticas impositivas y su intención
sesgada de privilegiar a una minoría por encima de la mayoría. Vemos aquí que,
para este Comité parece ser que sólo existe un colectivo y que es el único que
padece discriminación. Pero ¿no repara este mismo Comité en los cristianos que
son perseguidos, - que no es un pequeño colectivo -, discriminados y asesinados
por su fe religiosa? Tenemos que, el mismo Comité de la ONU se pronunció contra
la quema del Corán realizada en Suecia a finales de junio pasado, en donde aprobó
una resolución de condena a esta acción considerada de odio religioso. Pero ¿se
ha pronunciado este mismo Comité por la quema de la Biblia en la India el año
pasado o la quema de los templos cristianos; o por la quema de la Biblia hecha
por un profesor en Ecuador, aduciendo que no es sagrada y que Jesús nunca
existió; o cuando en la misma Suecia se convocó a quemar la Biblia y la Torá,
frente a la embajada de Israel en Estocolmo? ¿Y qué decir de lo que se ha
venido haciendo con la Biblia y sus versiones LGTBIQ+, donde se presenta a Dios
en género neutro o no binario y con lenguaje inclusivo? Una profanación más de
un libro sagrado. ¿Por qué estos grupos o minorías gay, no editan o presentan
al profeta Mahoma como no binario o de género neutro? ¿Por qué no editan una
versión del Corán en con lenguaje inclusivo? Sabemos la respuesta. Las
principales ofensas y ataques, en occidente, están dirigidas sobre todo a los
cristianos y, en particular a la Iglesia Católica y los católicos desde el
arte, la política, la educación, la cultura.
Vemos que este Comité de Derechos Humanos de
la ONU, no mide a todos con la misma vara. Se nota su decantamiento por un
grupo de privilegiados por encima de otros. No se busca aquí el enfrentamiento
contra las religiones, sino más bien, que la libertad religiosa incluya el
derecho a que la religión o religiones, no vayan contra las ideas de este
colectivo del arcoíris. Este informe anima a presionar a los que no acepten los
intereses de este colectivo, sean estados, empresas, personas y tradiciones
religiosas. El informe concluye a que se acepte la diversidad de género en
todas las religiones, de forma que nadie quede discriminado. El informe también
utiliza un lenguaje un poco ambiguo, disfrazando en muchas partes su real
intención. Pero, eso ya lo sabemos y no nos engañan.
No caigamos en esta estrategia de
manipulación, engaño e imposición ideológica. No nos acostumbremos a ver estos
desmanes como algo normal, puesto que es parte de lo que buscan estos enemigos
de la humanidad. Es verdad que ya no guardan las formas, sino que lo hacen con
toda desfachatez en nuestras narices. Actúan como los todopoderosos. Exijamos a
nuestros líderes políticos y autoridades civiles, que no se dejen convencer ni
manipular con estas políticas ideológicas de género. Que velen por los
intereses de sus países y sus gobernados, que son los que los elijen y a los
cuales deben de darle cuentas de su administración.