jueves, 26 de noviembre de 2020

La Resistencia Espiritual como Opción a la Sociedad Política

 

“Tomen, por eso, la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y, habiendo cumplido todo, estar de pie” (Ef 6,13).

  Una de las características de nuestro tiempo es la arbitrariedad totalitaria y dictatorial en la que muchos gobiernos están sumiendo a sus pueblos y que laceran, fragmentan y destruyen la ley moral.  Simón Bolívar dijo: “Los legisladores necesitan ciertamente una escuela de moral”. Para gobernar un pueblo, en libertad y democracia que vele por los derechos de todos, el representante debe estar preparado para tomar las decisiones en relación con un modelo aceptado. Pero ¿Cuál es este modelo aceptado para estos dirigentes políticos? Pues parece ser precisamente el que prescinde de la ley natural, moral y de conciencia. Ante este panorama, todo cristiano tiene que alzar su voz y su armadura de la fe en Dios para poder estar de pie ante el atropello de los amos de este mundo. Todo cristiano nunca debe separar esta realidad espiritual, de su condición de ciudadano. Dicho de otra manera: todo buen cristiano, sabe y debe ser un buen ciudadano, a pesar de las consecuencias negativas que esto le pueda ocasionar. Y lo digo así porque, desde hace mucho tiempo, a los cristianos se nos quiere impedir o coartar nuestra condición de ciudadanos y hasta se nos ha querido tratar como ciudadanos de segunda y tercera categoría; se nos ha querido callar para impedir que propongamos nuestras ideas y pensamientos en la sociedad que vivimos, y esto no lo podemos permitir, no podemos claudicar ante este ultraje que se viene urdiendo en muchas sociedades, aún de fuertes fundamentos cristianos. El cristiano no puede ser ni caer en la incoherencia entre su fe y su condición de ciudadano. Si cayera en esta separación, estaría incumpliendo con el mandato del Señor de ser luz para las naciones, ser luz en medio de la oscuridad.

  El cristiano es el hombre y la mujer de verdad, de la verdad. La verdad es el único escudo contra la tentación de un poder ilimitado. Y esto es parte de lo que el poder político y sus actores parecen no entender ni mucho menos aceptar. Hay un orden objetivo de la verdad que está inscrito en el corazón del hombre, y cada uno tiene que buscarlo para encontrarlo; no hace falta ser creyente en Dios, ya que es accesible a todo hombre de buena voluntad. Por esto, todo cristiano no puede ni debe sentirse menos que los demás ni dejarse dominar por el miedo para que pueda expresarla, porque esto lo convierte en testigo de la verdad y defensor de la naturaleza humana, sabiendo que esto le puede, y de hecho le provoca incomprensiones, persecuciones y hasta la muerte por dar testimonio de la verdad: “Jesús dijo a sus discípulos: Les echarán mano, los perseguirán, los entregarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre: así tendrán ocasión de dar testimonio… Y hasta sus padres y parientes, hermanos y amigos los traicionarán, y matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa de mi nombre” (Lc 21,12-19).

  Es muy característico de muchos gobiernos el dejarse comprar por otros grupos para así imponer sus políticas dictatoriales y deshumanizadora que van en contra de los valores, principios e identidad de sus pueblos, de sus gobernados. Hay cristianos y personas de buena voluntad fuertes en sus convicciones que lo han perdido todo antes de ser cómplices y colaborar con normas y leyes que son destructoras del orden natural. Esta es la mejor arma que podemos y debemos asumir como cristianos, ante una sociedad política avasalladora y dictatorial que sólo cuida y vela por sus intereses políticos y que no precisamente van hacia el bien común. En una sociedad de estas características no nos sorprenda el que los cristianos seamos perseguidos y siempre se nos intente callar. En una sociedad, donde el relativismo avanza a pasos agigantados, no nos sorprenda el que a los cristianos nos sucedan estas cosas, como lo dijo el papa Benedicto XVI en una homilía pronunciada en la Basílica vaticana en el abril del 2005: “A quien tiene una fe clara, según el Credo de la Iglesia, a menudo se le aplica la etiqueta de fundamentalismo. Mientras que el relativismo, es decir, dejarse llevar a la deriva por cualquier viento de doctrina, parece ser la única actitud adecuada en los tiempos actuales. Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida solo el propio yo y sus antojos”.

  Pues ante este panorama, como cristianos debemos de mantenernos firmes y revestidos con la armadura de Dios; fortalecidos en la virtud de la paciencia para poder enfrentar las dificultades que, como parte de la gran familia espiritual de Cristo que es su Iglesia, nos anunció sobre las persecuciones y tribulaciones que sufriríamos, porque el discípulo no es más que su maestro. La Iglesia de Cristo, a pesar de que está conformada aquí en la tierra por pecadores y que muchos de ellos han cometido y cometen traición, está libre de pecado. En ella siempre hay luz suficiente para quienes buscan a Dios. A pesar de los sufrimientos y deshonra que le han provocado muchos de éstos en su interior, no debemos abandonarla, ya que permanecer en ella, a pesar de los fuertes embates que rompen contra ella, estamos a salvo. Sería un grave error lanzarnos al mar pensando que esa acción nos podría mantener seguros. Por otro lado, la Iglesia ha sabido enriquecerse en el amor de Dios y salir siempre vencedora y fortalecida de todas sus adversidades. Este caminar en que consiste la vida, sufrimos y sufriremos pruebas diversas, unas grandes otras pequeñas, en las cuales nuestra alma debe salir fortalecida con la ayuda de la gracia divina. La última palabra no la tiene el mundo ni los amos de este mundo; la última palabra la tiene Dios y ya nos la ha revelado en su Hijo amado, su predilecto: “En el mundo tendrán grandes tribulaciones, pero tengan confianza. Yo he vencido al mundo” (Jn 16,33). Pues ese triunfo de Cristo es también nuestro triunfo; la única condición que nos puso fue que tendremos que ir TODOS hacia Él, porque sin Él, nada podremos hacer ni lograr.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Imposición de Una Narrativa Confusa

 

  El periodista, escritor, poeta e historiador polaco Ryzard Kapuscinski dijo: “Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante”. Y es que hoy estamos viviendo y atravesando por una gran oleada de desinformación que más bien lo que busca es conducir al resto de los mortales es a la mentira y así provocar un mar de confusiones que se extiende por todo el planeta. Gran parte del periodismo que se ejerce hoy en día no tiene nada que ver con la búsqueda objetiva de la verdad. El periodismo, muchas veces, responde a los intereses de los dueños de los medios. Se ha dejado a un lado, se ha abandonado esa parte del periodismo que debe ser constructivo; se le ha dado más prioridad al negocio que a la búsqueda de la verdad. Y es que siempre se ha dicho que el periodismo es el “cuarto poder” que debería mantener a raya o cuestionando a los demás poderes, pero esa visión o imagen ya ha cambiado en gran medida en la manera en que este cuarto poder se ha puesto en contubernio con los demás poderes. Muchos periodistas han tenido que renunciar o empeñar su palabra, su verdad para contar la verdad de los dueños o de sus dueños. A muchos se les está prohibido expresar sus propias ideas, ya que si lo hacen pueden ser sujetos de discriminación y hasta despido de los medios en que trabajan. Esto es terrible.

  No podemos negar la influencia que ejercen los medios de comunicación y también las redes sociales, en implementar e imponer una narrativa de acuerdo con sus intereses. Tanta es su influencia, que muchos se rigen por lo que oyen a través de estos y no son capaces de escuchar otras voces, leer otras plumas. Seguimos con el ejemplo actual de lo que está sucediendo con los resultados de las elecciones presidenciales en los EEUU, donde los medios de comunicación han venido jugando un rol de suma importancia, no precisamente por apegarse a la verdad de lo que está sucediendo, sino más bien por lo contrario, por estar imponiendo una narrativa que está fundamentada nada más que en la mentira y así también se convierten en medios manipuladores que están provocando y profundizando la confusión. Pero tampoco esto es accidental; es más bien intencional. Están tejiendo unas marañas de mentiras complejas de las que jamás en la historia de ese país y del mundo se haya visto. Una de las acciones que debemos siempre practicar es esforzarnos por buscar, para poder encontrar y recolectar la mayor parte de la información disponible y procesarla, determinar un sinnúmero de circunstancias, situaciones y pormenores concretos que rodean los hechos y los eventos. Y parece ser que, si nos quedamos solo con los datos que se nos transmiten por los medios tradicionales de comunicación, no llegaremos muy lejos o no llegaremos a la verdad.

  Esta imposición narrativa mantiene al resto de los mortales en una situación de desinformación, y se mantienen ajenos de lo que realmente está ocurriendo. Se transmite una agenda con una narrativa específica que concurre no sólo en los partidos políticos, sino que también llega a los tribunales, a los centros de gobierno, y que tienen como blanco de ataque aquellos lugares o instituciones que pueden tomar decisiones. Me viene aquí recordar las enseñanzas de nuestra Iglesia católica a las comunidades y órdenes religiosas cuando les dice que para poder vivir con profundidad e identidad su carisma fundacional, deben de volver a las fuentes de este; pues esto es también lo que debemos de empezar a practicar todos nosotros si es que queremos conocer la verdad: debemos de ir a las fuentes donde se originan los hechos, la información. Cuando la información llega a nosotros por los medios convencionales, ya ha llegado corregida y aumentada. Una característica de la prensa liberal actual es que pone o llena de calificativos y hace decir al otro lo que no ha dicho; por esto la manipulación. En otras ocasiones lo he dicho y lo repito, muchas veces la opinión publicada no coincide con la opinión pública.

  En la situación actual de la prensa hay muchos elementos de una campaña de desprestigio, de manipulación, de engaño, de imposición narrativa y otras cosas más. Y no se trata de banderías políticas, a la cual cada persona tiene derecho. Se trata de buscar e informar la verdad. Entonces, ¿Qué nos queda? ¿Hacerle caso a todo lo que nos dicen los medios de comunicación sin más? ¿Buscar por otros medios información real y verdadera para comparar? ¿A qué nos lleva esto en relación con la preservación y defensa de las libertades y la democracia universal? Pues creo que lo que nos puede ayudar a conservar todo esto es ir siempre en la constante búsqueda de la verdad. Es una vergüenza grande y profunda lo que hoy estamos viviendo la humanidad con lo que nos muestran y transmiten estos medios de comunicación. Cada día aumenta más la desconfianza y poca credibilidad en ellos. Por eso están tomando auge otros medios alternativos de información. Es el panorama de la realidad contra la fantasía.

  Debemos de ser reflexivos para ir sacando nuestras propias conclusiones y que estén lo más apegada a la verdad, a la realidad de los hechos y acontecimientos. La verdad es que a estos medios y sus dueños no les importa para nada el bien del público, el bien común. Les importa sólo sus intereses. Hoy los principios morales, la paz de los pueblos, el cumplimiento de la ley, la preeminencia de la institucionalidad se ven insidiosamente pisoteados por el cinismo de muchos gobiernos y compañías financieras, tendencia esta que los dueños de medios de comunicación liberales acompañan como personajes secundarios, como cómplices. Tenemos que luchar contra toda forma de corrupción, de mentira y de desprecio de los pueblos. Estos poderosos medios de comunicación parecen ser que, con su odio a la verdad, condenan al resto de la humanidad a desaparecer o, por lo menos a su manipulación. Winston Churchill dijo que “la democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás”. Pues estos medios de comunicación viven en la democracia, pero atacan la misma democracia.

  Quiero recordar estas palabras de Eugenio María de Hostos: “El periodismo es una fuerza expansiva y comprensiva, que debe extenderse a todo y abarcarlo todo en el sentido de la verdad, del bien, de la libertad y de la justicia”. Y concluyo: La libertad va esencialmente unida a la verdad, pues la verdad ilumina la inteligencia y modela la libertad del hombre. La verdad es el único escudo que nos puede proteger de esta imposición narrativa manipuladora y confusa.

 

viernes, 20 de noviembre de 2020

¿Hacia qué mundo nos llevan?

 

No pretendo en estas líneas ser una especie de gurú, oráculo o adivino para tratar de predecir el futuro que nos viene en los próximos años. Tampoco tengo una bola mágica para tales fines, y mucho menos hacer de pitonisa. Lo que pretendo más bien es expresar una opinión, entre otras, de lo que pienso que podríamos enfrentar la humanidad a partir de la década que se avecina. Estas ideas tienen que ver o están fundamentadas en lo que respecta a eso que se llama geopolítica, que no es más que el estudio de los efectos de la geografía humana y la geografía física sobre la política y las relaciones internacionales que se centra en el poder político en relación con el espacio geográfico.

  Vivimos un tiempo de mucha oscuridad, de mucha manipulación, de mucho engaño, de mucha programación mental. Tenemos unos medios de comunicación que, con su influencia en la opinión pública, se han puesto en contubernio con los poderes oscuros de los “amos” de este mundo. Estos medios de prensa y sus periodistas que deben informar, lo que están haciendo más bien es desinformar, juzgar y siguen sin dar explicaciones racionales de lo que está sucediendo en el mundo porque ya no quieren investigar o, investigan lo que les conviene. Caminan como si no tuvieran una brújula que les oriente en el camino correcto, ya que no dan o no quieren mencionar los generadores de los acontecimientos que ocurren. Estamos viviendo en lo que parece la sinrazón de la civilización actual, de una civilización enloquecida y perdida. Una civilización que no piensa, no razona y que parece ser que ha vendido su capacidad de raciocinio al mejor postor. Y es que, en una época de engaño universal, decir la verdad constituye un acto revolucionario (George Orwell). Pero ¿es esto casualidad? Pues claro que no. Todo lo que estamos viviendo en nuestros días ya hace tiempo que fue planeado. Las riquezas del planeta están en manos de un uno por ciento, y éste quiere y está imponiendo su voluntad, sus ideas, sus criterios al resto del noventa y nueve por ciento. El mundo, la humanidad, la quieren manejar como si fuera su empresa privada, quieren establecer un gobierno mundial. El organismo de la Naciones Unidas nació precisamente con este fin: ser sede de esta gobernanza mundial. Ha sido un organismo utilizado para imponer políticas a los países de corte dictatorial y totalitaria en aras disque de una mejor convivencia y paz mundial. El ex secretario de estado norteamericano en los gobiernos de Richard Nixon y Gerald Ford, Henry Kissinger, llegó a afirmar que la defensa de los derechos humanos es puro sentimentalismo que hay que desterrar para que no interfiera ni debilite las acciones de estos amos del mundo.

  Pues estos amos del mundo ya han encendido la maquinaria para imponer al resto de la humanidad su nueva visión del mundo, el mundo que ellos quieren, el mundo que ellos nos han preparado a sus esclavos y que tenemos que aceptarlo queramos o no. Todo viene manejándose como una agenda global conocida como la Agenda 2030 que contienen los Objetivos del Desarrollo Sostenible.  Esta agenda ha tenido un retraso en el programa establecido de cuatro años, llevada a cabo por la administración Trump. Creo que esto nos llevará a entender mejor el por qué estos poderes oscuros se han ensañado contra este hombre desde el principio de su administración hasta este momento. Este presidente no es nada afín a los intereses ni imposiciones de estos amos del mundo. Los que nos gobiernan son cómplices de este grupo infame, globalista y totalitario. Ellos están viviendo en una especie de idiotización y quieren contagiarnos a los demás de eso mismo. Tenemos que rechazar semejante imposición. Son gobernadores, pero ¿gobernadores de qué? ¿Para quién o para quiénes gobiernan? ¿Para el pueblo, que se supone los eligió con su voto popular? Hay quienes afirman que estos gobernantes en realidad han sido elegidos, puestos, nombrados por estos amos del mundo, y han hecho creerles a los pueblos que son ellos los que los han elegido.

  De las cosas o acontecimientos que han sucedido en estos últimos meses parece ser que todo complota contra la humanidad en esta carrera por imponer esta agenda política, marxista y totalitaria a los países. Ya la revista inglesa The Economist, en su portada publicada en este mes de noviembre, vaticina cómo será el mundo a partir del inicio de la próxima década: un mundo marcado por el virus covid19 y sus consecuencias nefastas como el confinamiento de toda la población, el uso de las mascarillas que parece ser permanente, el distanciamiento de las personas, la llegada de las vacunas en tiempo récord que atentan contra el sistema inmunológico, como lo es la vacuna contra la gripe A; las consecuencias negativas para la economía mundial; un presidente en la Casa Blanca que no ha sido declarado oficialmente ganador, pero si así lo fuere, sí parece ser que será pieza clave en lo que a la imposición de esta agenda global se refiere por todo lo que ha venido diciendo que implementará con su programa de gobierno para su país, como en sus políticas externas.

  El mundo que esta por instalarse y que ya está dando señales claras de que ha llegado, será un mundo difícil; un mundo que en muchos provocará pánico y miedo; en otros no provocará casi nada porque estarán de acuerdo con todo lo que se le ofrezca; hay otros que son indiferentes ya que parecen estar en una especie de adormecimiento mental. Este mundo se proyecta como el inicio del Gran Reseteo Mundial, - liderado por el Foro Económico Mundial -, el fin de las libertades, la eliminación del trabajo, de la privacidad; el surgimiento de la moneda digital, renta básica universal. Habrá muchas crisis, - de hecho, ya las hay -, y estas crisis cambian el estado de las cosas, de los países, de la economía y las instituciones. Es una crisis preparada por los “amos del mundo” para que sus esclavos les rueguen que los saquen, liberen de estas crisis. Es el control que han venido ejerciendo y profundizando cada vez más y lo han hecho muy bien. Pero ¿Qué es lo que motiva a estas personas a actuar de esta manera contra el resto de la humanidad? Pues su ansia de controlar y manipular a cuantas más personas mejor y esto también implica más y más poder. Son personas que parecen ser que disfrutan humillando a los demás; que aparentan ser los salvadores de los males de la humanidad. Pero en realidad imponen una especie de soberanía global sobre toda la humanidad que se ejercerá desde un gobierno mundial privado y que no tolera la soberanía de los estados. Esta gente, estos amos del mundo tienen toda la facilidad para jugar, para manipularnos a todos nosotros; pues ¿quién les dio a ellos el permiso, la autorización para que asuman la dirección del mundo y todo lo que esto está implicando?

  Con esto que hemos dicho, creo que sí tiene sentido toda esta parafernalia que se ha venido desarrollando en este año, a partir del surgimiento de la “pandemia del virus covid19”. ¿Por qué este virus no lo lanzaron un par de años antes? Se esperaron a este año porque ese fue su plan desde el principio; había que crear la cortina de humo para que la población se dejara arropar por ella. Se sigue fomentando el miedo y el pánico en la población con los “rebrotes” que están sucediendo, pero sin ningún análisis científico de los casos y cuando ya se sabe que las pruebas PCR no son del todo confiables por el alto porcentaje de falsos positivos que arroja, y esto coincide con la aparición de las “vacunas milagrosas”, así como proyectos de leyes de vacunación obligatoria. Pero ¿a qué costo? Se habla de millones y millones de dólares de los que se beneficiarán las grandes farmacéuticas; vacunas estas que no tienen la efectividad requerida, aunque sus inventores aseguren su eficacia en casi un cien por ciento y ya se han registrado en los voluntarios efectos secundarios irreversibles. Nos quieren tomar como ratones de laboratorio. El mismo Bill Gates ya ha dicho que él no les pone vacunas a sus hijos, ¿por qué será? No cabe dudas de que parte del plan es realizar un gran y jugoso negocio.

  Pues para mí este es a groso modo el mundo que ya está haciendo su entrada; ya tiene un pie dentro de nuestras vidas, pero le falta entrar el segundo para imponerse y ese segundo paso dependerá, en gran parte, de cómo terminen los resultados de las elecciones de los EEUU.

 

¡Bienvenidos al mundo que George Orwell describió en su novela 1984!

miércoles, 18 de noviembre de 2020

La Libertad Religiosa Atacada

 

P. Robert A. Brisman P.

  La Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada y asumida por el conjunto de las naciones unidas el 10 de diciembre de 1948, establece como uno de esos derechos fundamentales de la persona humana en su artículo 18, lo siguiente: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”. El derecho a la libertad religiosa es muy amplio: implica, además, que los padres son los encargados y tienen la obligación de educar a sus hijos en la fe de su elección y elegir colegios para ellos teniendo esto en cuenta. Hay quienes asimilan el derecho a la libertad religiosa con la libertad de culto. Pero, estos dos no son sinónimos. De hecho, la libertad de culto es más restringido, tiende más a lo privado; mientras que la libertad religiosa es más amplia, se puede proclamar en el ámbito público. Podemos afirmar que la libertad de culto está dentro de la libertad religiosa. Esto es lo que ha provocado muchas veces el que algunos Estados no logren o no acepten esta característica fundamental de la libertad religiosa ya que, para estos Estados, algún tipo de religión no es de su agrado ni de su elección; y también hay algunas religiones que no aceptan que sus miembros puedan convertirse a otra creencia religiosa ni les permiten abandonarla.

  Si es verdad que en la historia de la humanidad ha habido ocasiones en que se ha utilizado la religión como causa de guerra para imponer alguna idea y hasta justificar por este medio la matanza de seres humanos; no es menos cierto que también la religión juega y ha jugado un papel importante como pacificadora y como autoridad moral cuando las diferentes religiones dejan de atacarse mutuamente. El nombre de Dios no puede tomarse como excusa ni como bandera para destruir al ser humano.

  En gran parte de nuestra población creyente y también en general, no hay una clara conciencia de lo que es ni significa este derecho humano de la libertad religiosa. Para muchos este derecho se reduce únicamente a ir a misa o al culto los domingos o sábados, - dependiendo de la iglesia que así lo establezca -; también de las diferentes actividades consideradas “legales” dentro de este marco jurídico, como pueden ser las procesiones, peregrinaciones a santuarios, etc. Pero, desde el punto de vista jurídico la libertad religiosa, que es un derecho humano, no hay que asociarlo nada más con “religión”; es el derecho que tenemos los seres humanos a asociarnos, a practicar, a manifestar la religión que escojamos. La libertad religiosa implica también el que la persona tenga libertad de no creer ni profesar ninguna religión y lo pueda hacer en absoluta tranquilidad. Libertad religiosa es sinónimo de pluralidad e inclusión.

  Pero, este derecho humano de la libertad religiosa ha estado, y de hecho lo sigue estando en la actualidad, amenazado. Tenemos, por ejemplo, ataques desde el aspecto legal de las legislaciones de algunos países, alguno de ellos de tradición cristiana. Uno de estos elementos aplicados la más de las veces, es lo que tiene que ver con el laicismo. Aquí habríamos de preguntarnos si es lo mismo el Estado laico que el Estado laicista. Y la respuesta es NO. El papa Benedicto XVI había dicho en varias ocasiones que no es función ni finalidad de la Iglesia gobernar a los pueblo; que eso es función de la política y los políticos. La finalidad de la Iglesia es la salvación de las almas. El Estado laico es garante de que toda manifestación religiosa pueda ser ejercida sin ninguna coacción; mientras que el Estado laicista (laicismo) lo que busca es suprimir toda religión, ya que piensa que toda manifestación religiosa tiene una connotación negativa para la sociedad y representa hasta una amenaza para el mismo Estado (“La religión es el opio del pueblo” de Carl Marx).

  Con esto que ya hemos dicho, pensemos ahora cómo está la vivencia, la práctica de la religión en la actualidad. Vemos lo que está sucediendo en Europa, la cuna del cristianismo. Ya es conocida, - si no por todos, pero sí por muchos -, que Europa viene caminando desde hace años en un proceso de descristianización. El cristianismo es a religión más perseguida en estos tiempos. Esto ha sido denunciado en diferentes foros mundiales y hasta en la misma ONU, donde fue votada y asumida la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y esta denuncia no ha sido tomada muy en cuenta por este organismo como debe de ser. Pero sí tenemos el ejemplo del gobierno de los Estados Unidos, - administración Trump -, que ha asumido como parte de su gobierno el proteger, no sólo dentro de su país sino en el extranjero, este derecho humano de la liberta religiosa. En la actualidad y con la excusa de la pandemia del covid19, en Europa algunos países han vuelto a confinar a su población y esto incluye el cierre de locales, empresas y los templos religiosos. Podemos ver cómo en Francia, - la primogénita del cristianismo -, por ejemplo, los fieles católicos y los obispos franceses se están manifestando contra esta disposición del gobierno y exigiendo que los templos sean abiertos al culto público. Por otro lado, en la misma Francia, vemos como se están impidiendo las celebraciones sacramentales por parte de la autoridad policial, etc. En fin, todo esto ha provocado y está provocando que los europeos, vayan menos a la iglesia, crean menos en el credo cristiano, y en general cran menos en Dios

  El panorama de la libertad de la religiosa no parece ser nada halagüeño. Cada vez más los creyentes afrontan la vida sin referencia religiosa alguna: nacen y no se bautizan; se tienen los hijos sin estar casados; se contrae matrimonio civil o unión libre y no religioso; son cristianos de cumplimiento; muchos no ponen un pie en el templo durante casi toda su vida, y cuando mueren piden que sus cuerpos sean incinerados y echados al viento o al mar o puesto en una repisa en las casas o que sus cenizas sean divididas en collares para que cada miembro de la familia lleve al cuello una parte de su ser querido; y no son enterrados entre oraciones y cánticos en un cementerio. Esta secularización del mundo no cabe dudas, que está dejando su impronta profunda en la mente y corazón de una gran parte humanidad cada vez más alejada de Dios.

viernes, 13 de noviembre de 2020

¿Periodismo Objetivo?

 

  En el código deontológico periodístico están establecidos los siguientes principios: “1.- informar de manera veraz, exacta, amplia y oportuna; 2.- investigar e interpretar y opinar desde el interés público (del pueblo, la sociedad civil, de los ciudadanos, del bien común de la sociedad); 3.- difundir, exigir y defender de manera proactiva los derechos y deberes personales y colectivos; 4.- fiscalizar con independencia a los poderes del Estado, del mercado y de la sociedad civil; 5.- contrastar los datos con cuantas fuentes periodísticas sean precisas.

  Lo que está sucediendo con la prensa en los EEUU a raíz de este proceso electoral hacia la presidencia de ese país, no cabe dudas de que están dejando unas serias e importantes secuelas de aprendizaje y que tocan de manera puntual la objetividad del periodismo, no sólo de esa nación, sino también a nivel mundial. en los EEUU está la sede de muchos medios de comunicación y prensa de los más influyentes del mundo. Es una especie de “guía”, si se quiere, lo que esos medios publican en sus canales para que el resto del mundo pueda tener o hacerse una idea de lo que está sucediendo en el orbe. Pero, lo que me interesa señalar y hacer referencia en esta ocasión, es comentar parte del papel que vienen jugando estos medios de comunicación y de prensa en este proceso electoral estadounidense y su influencia que han ejercido en el resto del mundo con las “noticias” que vienen desplegando y ofreciendo al público.   

  Estos medios de prensa no están contando los hechos como son, como están sucediendo. Están faltando a ese primer principio del código deontológico que hemos mencionado al principio: no están informando con veracidad; más bien parece ser que se están comportando como una especie de “mafia mundial” que está ofreciendo o marcando una línea editorial que nos tenemos que creer sin más y mucho menos cuestionar. Lo que están contando estos medios no hace causa con la verdad y siguen tergiversando lo que está sucediendo con las elecciones presidenciales y su proceso, porque todavía el organismo oficial para el caso no ha declarado un ganador oficial de la contienda. Estos medios se han abrogado una autoridad que no les compete; más bien esto lo que ha dado pie es para pensar que algo raro se está gestando detrás de esta desinformación. Para buscar o encontrar información veraz, hay que escudriñar en otros medios alternativos para contrastar la información ya que ningún medio de los llamados “oficiales o conocidos” no lo están haciendo. Es una prensa que está silenciando, censurando a quien exprese opiniones, ideas y pareceres contrarios a los que ellos transmiten. Literalmente estos medios influyentes están silenciando, callando la verdad objetiva de todo este proceso. Los EEUU en estos momentos está dividido; el mundo está dividido, polarizados entre los mentirosos, los falsos, los fraudulentos y los verdaderos, los que quieren y exigen justicia.

  Y es que hay una realidad o hecho que está a la vista de todos y que no se puede ocultar: los tribunales de algunos estados como Georgia, Pensilvania, Arizona, Wisconsin han ordenado un recuento de los votos porque se ha alegado un posible fraude electoral. Esta situación pone en entredicho el sistema electoral del país y genera la desconfianza del electorado. Estos hechos hacen que aún el colegio electoral no pueda concluir con el conteo de votos y por lo tanto no pueda declarar un ganador. Esto lo sabe la prensa, los medios, periodistas y aun así han declarado a un ganador que, más bien, se debería de hablar de una “proyección”: no es lo mismo proyectar un ganador que declararlo ganador. Esto nos debe hacer recordar toda la disputa que se armó en las pasadas elecciones del 2016 donde una de las partes siempre alegó fraude e hizo hasta lo imposible por deslegitimar al ganador presentando pruebas falsas; y hoy esa misma entidad política es la que no acepta para nada el alegato de fraude de la parte contraria. Entonces, ¡lo que ayer fue bueno para mí porque me convenía, hoy es malo porque no me conviene! Si una de las partes considera que se ha cometido fraude, pues tiene todo el derecho a hacer sus reclamos si consta con las debidas pruebas para demostrarlo. No se trata de impugnar por impugnar. No se trata de estar a favor de uno u otro candidato. Se trata de estar a favor y de cuidar la institucionalidad, de decirle al mundo, de manera especial al pueblo norteamericano la verdad. La presidencia de un país no es una persona, es una institución. Tiene que hacerse justicia y todos nosotros debemos demandar lo mismo. Lo que ha sucedido en ese país es un claro atentado contra su institucionalidad y eso no lo pueden dejar pasar. Por esto es que hemos visto desde el principio cómo la parte afectada por este supuesto fraude, - porque hasta que no se demuestre en los tribunales su veracidad, no podemos darlos por válidos -, ha querido resolverlo por medio de los tribunales de justicia y no por el uso y abuso de la fuerza, - como dicen estos medios -, que como presidente tiene aún el señor Trump.

   Esta manipulación de los medios de comunicación y de prensa, han provocado que algunos presidentes de países y gran una parte de líderes mundiales hayan emitido sus felicitaciones al “supuesto” candidato ganador, aun sabiendo de que no se ha producido la declaración oficial del organismo que debe de hacerlo. Estos líderes mundiales se han saltado las más elementales normas institucionales al respecto y hasta se ha interpretado como una acción de injerencia en asuntos internos de ese país. Esto puede traer consecuencias diplomáticas serias en dado caso de que así lo considere la nación afectada. Parece ser que se han montado en una especie de “ola” para seguir creando percepción en la población de que las cosas son así.

  Pero, en estos días que han transcurrido y con las pruebas de fraude e impugnación que la parte afectada ha presentado en los tribunales correspondientes, la intención de estos medios de prensa parece ser que está tomando una nueva dirección; están más cautos en sus comentarios. Y esto parece que tiene que ver con el elemento de que, un alto porcentaje del público ya no los escucha y ha provocado que la facturación de sus empresas este disminuyendo. ¿Como es posible que estos medios hayan censurado al mismo presidente del país cortándole la rueda de prensa diciendo que lo que estaba diciendo eran mentiras? Esa no es la correcta accionar de la prensa. Ellos no son jueces para determinar si es verdad o mentira lo que se está hablando. Su trabajo es cuestionar, indagar, confrontar, comparar la información ofrecida. Aquí en nuestro país hemos tenido un accionar de la prensa también de forma manipuladora y engañosa ya que se han dedicado a seguirle el juego a esa prensa internacional sin hacer las debidas investigaciones ni confrontaciones de la información. Han asumido la postura también del ataque a una de las partes sin ningún miramiento, de una manera irracional y se han equivocado. Éstos también han perdido mucha credibilidad en gran parte del público que no les cree nada. Tampoco han hecho referencia a todo el proceso de impugnaciones que se está llevando a cabo en los tribunales de esa nación y se convierten así en cómplices de una prensa globalista, manipuladora, embaucadora, mentirosa, dictatorial y totalitaria, que asesina la verdad. Se equivocaron y se siguen equivocando. Tenemos una parte de la población manipulada que no razona ni piensa en todo el cúmulo de mentiras que se nos está transmitiendo y obligando a aceptar como verdadero. ¡Eso no es periodismo objetivo! El periodismo mundial en estos momentos está siendo muy cuestionado por su falta de objetividad e imparcialidad. Y a qui en nuestro país RD ni se diga.

  Sigamos esperando los resultados oficiales de esta contienda electoral estadounidense. Sólo existe un organismo oficial que debe de dar al justo ganador y se llama Colegio Electoral, y esa decisión tiene que ser abalada y anunciada por el Congreso de los EEUU. Esto sucederá hasta el día 14 de diciembre. Todavía se están conociendo las impugnaciones en los tribunales judiciales. La prensa debe mantener permanentemente un código de respeto e imparcialidad. No deben seguir fomentando la división. Y la población en general debemos ser cuidadosos con estas informaciones que están saliendo en los medios y prensa. Aprendamos a no creernos todo sin cuestionar las ideas. Recordemos que no siempre la información pública coincide con la información publicada.