El Papa Benedicto XVI dice que el mundo en que vivimos es
obra del Espíritu creador. El mundo no existe por sí mismo; proviene del Espíritu
creador de Dios, de la palabra creadora de Dios. El hombre quiere hacerse por
sí solo y disponer siempre y exclusivamente por sí solo de lo que le atañe.
Pero de este modo vive contra la verdad, vive contra el Espíritu creador… Así,
el testimonio en favor del Espíritu creador presente en la naturaleza en su conjunto
y de modo especial en la naturaleza del hombre, creado a imagen de Dios, forma
parte del anuncio que la Iglesia debe transmitir. Y san Ignacio de Loyola, en
sus ejercicios espirituales, nos dice que nosotros debemos de ser capaces de
buscar y hallar a Dios en todas las
cosas como actitud frente al mundo y a la historia.
Ya sabemos que
Dios se nos muestra como el Dios del total acceso. Su Hijo Jesucristo nos ha
hecho posible, nos ha abierto la puerta para el total acceso a Dios-Padre: yo
soy la puerta, nos dijo, y, también que El es el camino para llegar al Padre:
nadie va al Padre si no es por Él. De esta forma Jesús nos pone en contacto
directo con el Dios creador y Padre nuestro. Nos conduce a Dios-Padre para que
aprendamos a depender de Él. Nos enseña de esta manera que no dependemos de
nosotros mismos, sino de Dios. Nos recuerda de esta manera también que por eso
fuimos creados a su imagen y semejanza. Dios, Creador y Padre, es así nuestro
fin y nuestra verdad. Es nuestra felicidad. Esta es la verdad que encargó a su
Iglesia transmitir.
Para san Ignacio
de Loyola Dios no solamente esta presente en todas las cosas, sino que trabaja
en cada una de ellas: descubrir a Dios como creador de todas las cosas, y que
está íntimamente en ellas, nos permite mirar cómo Dios habita en las criaturas,
en los elementos dando ser, en las plantas vegetando, en los animales sensando,
en los hombres dando entender, y así, en mí, dándome ser, animando, sensando, y
haciéndome entender, asimismo haciendo templo de mí, siendo criado a la similitud
e imagen de su divina majestad. El Dios que pasa trabajo para que todo se
mantenga en existencia es el mismo que pasa trabajo en la historia para salvar
a sus criaturas colmando estos trabajos en la pasión de la cruz. A esto el Papa
Benedicto XVI dice que la teología de la cruz no es una teoría, sino que es la
realidad de la vida cristiana. Vivir en la fe en Jesucristo, vivir la verdad y
el amor implica renuncias todos los días, implica sufrimientos.
San Juan De La
Cruz, en su cántico espiritual explica que, Dios creó todas las cosas con gran
facilidad y brevedad y en ellas dejó algún rastro de quien Él era, no solo
dándoles el ser de la nada, más aún dotándolas de innumerables gracias y
virtudes. Y más adelante también dirá: descubre tu presencia y mantenme tu
vista y hermosura; mira que la dolencia de amor que no se cura sino con la
presencia y la figura (cántico espiritual 11). San Juan de la Cruz ora
diciendo: descubre tu presencia, no
porque Dios estuviera ausente, sino porque esta presencia es aún escondida. Y también
prosigue rezando: mantenme tu vista y
hermosura, pidiendo que la maravilla de la presencia velada de Dios en este
mundo sea superada más allá de la muerte por la presencia desvelada del amor
divino.
Bendiciones.