Mi opinión va más en lo
doctrinal que en lo legal. Lo primero que hay que cuestionar es el titular de
la noticia, que no cabe dudas que provoca de todo. Lo segundo es que hay que
leer el cuerpo de la noticia completo para hacerse una idea lo más adecuada posible
al titular. Lo tercero es que fue publicado en un portal católico de entera
credibilidad. La noticia hace referencia a “opiniones” del papa. No lo dijo
(por lo menos el cuerpo de la noticia no lo especifica), en una reunión oficial
con cardenales, ni un consistorio ni un concilio ni en ningún documento pontificio,
ni nada parecido. Dice que fueron recogidas esas opiniones en una reflexión
sobre el cuidado pastoral de aquellos que se identifican como LTGBIQ.
Según el artículo, opina el papa: “Las
personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, son hijos de Dios,
tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie ni
hacerle la vida imposible por eso”. Estas palabras no tienen nada de
extraordinario ni escandalosas ya que se pide que estas personas con AMS
(atracción al mismo sexo), sean siempre acogidas y aceptadas en sus hogares.
Pero después cita otras palabras del papa, y
que parece ser que son las que causan la controversia o escándalo: “Lo que
tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar
cubiertos legalmente. Yo defendí eso”. Aquí lo que yo más bien preguntaría
a los expertos en derecho es: ¿crear una ley de unión civil sería o se entiende
como darle rango de matrimonio a las uniones homosexuales? ¿Sería otorgarles a
esas uniones los mismos derechos del matrimonio heterosexual? ¿No somos todos
los ciudadanos iguales ante la ley? ¿No tenemos todos los ciudadanos los mismos
derechos y deberes ante la ley? ¿Es necesario crear leyes especiales a una
minoría, como a estos grupos LGTBIQ que les garanticen unos privilegios? ¿No
permite la ley el que dos personas adultas, sin importar sus preferencias
sexuales, establezcan los acuerdos legales que ellos consideren? ¿No sería esta
una manera de protegerse legalmente?
El
artículo en cuestión lo que habla es sobre un documental que será estrenado en
estos días sobre la vida y el ministerio del papa francisco. También aborda
diversos temas sociales en el pontificado del papa, así como el ministerio
pastoral hacia quienes viven en las periferias existenciales, y otros temas,
como el de los migrantes, los refugiados, los pobres, los abusos sexuales del
clero, el papel de la mujer en la sociedad, la posición de los católicos hacia
los que se identifican como LGTBIQ.
Por otro lado, cita el artículo unas palabras
del papa hacia una pareja gay que llevó sus hijos a la iglesia y les dijo que
hacen muy bien en llevarlos. Este punto plantea aquí para la iglesia la
cuestión de si los hijos adoptados de las parejas homosexuales hay que
bautizarlos o no. Cuestión ésta que la Iglesia Universal aún no se ha
pronunciado claramente. En el sínodo de los obispos del año 2014, se dijo: “El
pequeño debe ser acogido con la misma atención, ternura y solicitud que reciben
los otros niños”; y también: “En realidad, la Iglesia aplica un criterio
de benignidad para el niño, quien no debe ser privado de la gracia por el modo
de vida de los padres”. Esto no se debe interpretar como que la Iglesia
está aprobando eclesialmente las uniones homosexuales. Son dos actos o cosas
diferentes; también aquí debemos recordar lo que dice el catecismo en los nn.
1213-1250, y el Código de Derecho Canónico con la recepción del bautismo: “Para
poder bautizar a un niño, hasta los 7 años, sólo se piden dos requisitos: que
consienta al menos uno de los dos padres, y que haya esperanzas fundadas de que
va a ser educado en la fe católica.” Como se ve, el Código no exige ningún
requisito referente a la calidad moral de la relación de los padres; el
criterio es “no castigar” al hijo. Además, el sacerdote puede tener fundada
razón, aunque sea mínima, en los padrinos.
Concluyendo. Es bueno leer el artículo
completo y con detenimiento. Es un documental que se presenta sobre la vida y
ministerio del papa. No son afirmaciones dogmáticas ni doctrinales del papa;
son opiniones y apreciaciones personales que no hay por qué estar de acuerdo.
Ningún papa tiene la autoridad para cambiar la doctrina milenaria del evangelio
de Cristo ya que, Cristo no se la dio a nadie, ni siquiera al apóstol Pedro.
Aun así, lo cierto es que, estas palabras salidas de la boca del papa no dejan
de causar escándalo, y tendrá ahora que venir una respuesta clara del Vaticano
al respecto porque esta noticia ha causado un revuelo, manipulación y confusión
en todo el pueblo de Dios. Los enemigos de la Iglesia Católica están frotándose
las manos. Estas palabras del papa no hay que entenderlas ni interpretarlas
como que a partir de ahora ya se está preparando la Iglesia para cambiar su
doctrina con respecto a la moral sexual. Mas bien, sigamos preparándonos para conocer,
amar y defender el evangelio de Cristo y Su Iglesia, de la cual somos parte los
bautizados. Los cristianos están desorientados. La Iglesia está envuelta y
cegada en el misterio de iniquidad. ¿A quién culpar de los golpes que está
recibiendo? A los mismos que estamos llamados a amarla y protegerla.
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