“La serpiente dijo a la
mujer: No morirán en modo algunos; es que Dios sabe que el día que coman del
fruto se les abrirán los ojos y serán como Dios, conocedores del bien y del
mal” (Gn 3, 4-5).
La humanidad está transitando en la
actualidad un camino muy difícil de un proceso que muchos han calificado como
“deshumanizante”. Nuestro mundo se torna cada vez más complicado e
incomprensible. Hace ya unos años atrás, el hombre ha venido alejándose del
Dios Creador, para erigirse él mismo en el centro de la creación. La vida, el
sentido trascendente de la existencia del hombre ya no gira en torno al ser
superior, al Creador, a Dios; sino que ahora la está haciendo girar en torno a
él mismo. Él se ha nombrado, se ha puesto en el centro de todo el universo. Por
lo menos es lo que piensa que es; otra cosa es que sea verdad.
Ya sabemos de aquella famosa frase que
inmortalizó el filósofo alemán Frederick Nietzsche “Dios ha muerto”.
Pues con lo que ha venido planeando un pequeño grupo de personas, conocida como
esa “élite globalista”, parece ser que se han tomado muy en serio esta
frase y la están llevando a cabo mediante unas políticas impositivas que vienen
asumiendo para el resto de la población mundial. Es ese llamado “uno por
ciento”, que se impone ante el restante noventa y nueve por ciento, por su
riqueza económica inmensa que posee para poder influir en el terreno de la
política y doblegar a sus figuras emblemáticas de los países más poderosos,
sobre todo. Este pequeño grupo de la élite globalista ha venido estableciendo
en los puestos de poder políticos a sus títeres que, como bien sabemos, están a
sus órdenes y han sido puestos en los mismos para agenciarse la seguridad de
que sus políticas impositivas se establecerán en las sociedades tal cual ellos
las planean en sus oficinas, conferencias y foros internacionales. Esta pequeña
élite globalista ya no tiene reparos en hablar de manera abierta sobre sus
intenciones dominadoras que vienen imponiendo a nivel global. Es lo que han
llamado el advenimiento de la nueva “gobernanza mundial” o, también llamado “Nuevo
Orden Mundial”.
Su cabeza visible y director es el señor
Klaus Schwab, que a la vez el fundador del llamado Foro Económico Mundial o
Foro de Davos. Pues en dicho Foro, ya se ha “declarado de manera oficial”, y
peor aún, se ha “decretado”, la muerte de Dios: “ha llegado una nueva
religión mundial y une a toda la humanidad para adorar en el altar de la
ciencia del clima, el tecno comunismo y la eugenesia”.
El máximo exponente y promotor de este
organismo mundial que es el FEM, es el señor Yubal Noah Harari, autor de varios
libros conocidos, como son Sapiens. De animales a dioses, y Homo Deus.
Este escritor ha declarado lo siguiente: “El FEM ha tenido tanto éxito en
sus planes que está adquiriendo poderes divinos de creación y destrucción. Y
promete que el Foro convertirá a los seres humanos en dioses”. Pero también
este señor ha osado decir en entrevistas por televisión, sin ningún tapujo: “La
gran pregunta política y económica del siglo XXI será ¿para qué necesitamos a
los humanos? O por lo menos ¿para qué necesitamos a tantos humanos? Y la
respuesta que él mismo da a estas preguntas es: “En la actualidad, la mejor
alternativa que tenemos es mantenerlos felices con drogas y videojuegos”.
Aquí tenemos que pensar inmediatamente en el señor Mark Zuckerberg, fundador y
dueño de Facebook y creador del Metaverso. Pero, sigamos citando al señor
Harari: “Lo que constituye una nueva raza inútil. Cuando digo que son seres
humanos inútiles, no lo digo desde la perspectiva de una madre, una esposa o un
hijo”. Según este señor, “la humanidad tiene razón al temer un futuro en
el que serán superados”.
Para ilustrar más lo que acabamos de decir, tenemos
la opinión del científico José Luís Cordeiro, que está al servicio de esta
élite globalista eugenésica y es asesor en energía de la Singularity
University de la NASA en Silicon Valley, dijo en una conferencia de Forbes:
“…lo que vamos a ver en los próximos veinte años va a ser mucho más
increíble de lo que hemos visto en los últimos dos siglos. De hecho, va a ser
más increíble que lo que hemos visto en los últimos dos milenios. No hemos
visto nada de lo que viene…un tsunami tecnológico que va a cambiar a la
humanidad. Al paso que vamos, entre el año 2029-45, vamos a tener computadoras
que tienen más transistores que número de neuronas nuestros cerebros. Y ese
será el inicio de la singularidad tecnológica. Y para que no puedan dormir esta
noche, ese será el fin de la edad humana. Porque cuando tengamos una
inteligencia artificial superior a la nuestra, esa será la última invención que
haremos los humanos no modificados. No modificados, porque nos vamos a
modificar y nos vamos a complementar con esta tecnología. Y ahí se iniciará la
edad posthumana, de humanos mejorados”.
Es decir, lo que ha dicho este señor es que
ya está en marcha el exterminio de la raza humana para darle paso a las
máquinas. Esto se parece a esas películas futuristas jolyvudenses, como la de
Terminator.
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