viernes, 20 de noviembre de 2020

¿Hacia qué mundo nos llevan?

 

No pretendo en estas líneas ser una especie de gurú, oráculo o adivino para tratar de predecir el futuro que nos viene en los próximos años. Tampoco tengo una bola mágica para tales fines, y mucho menos hacer de pitonisa. Lo que pretendo más bien es expresar una opinión, entre otras, de lo que pienso que podríamos enfrentar la humanidad a partir de la década que se avecina. Estas ideas tienen que ver o están fundamentadas en lo que respecta a eso que se llama geopolítica, que no es más que el estudio de los efectos de la geografía humana y la geografía física sobre la política y las relaciones internacionales que se centra en el poder político en relación con el espacio geográfico.

  Vivimos un tiempo de mucha oscuridad, de mucha manipulación, de mucho engaño, de mucha programación mental. Tenemos unos medios de comunicación que, con su influencia en la opinión pública, se han puesto en contubernio con los poderes oscuros de los “amos” de este mundo. Estos medios de prensa y sus periodistas que deben informar, lo que están haciendo más bien es desinformar, juzgar y siguen sin dar explicaciones racionales de lo que está sucediendo en el mundo porque ya no quieren investigar o, investigan lo que les conviene. Caminan como si no tuvieran una brújula que les oriente en el camino correcto, ya que no dan o no quieren mencionar los generadores de los acontecimientos que ocurren. Estamos viviendo en lo que parece la sinrazón de la civilización actual, de una civilización enloquecida y perdida. Una civilización que no piensa, no razona y que parece ser que ha vendido su capacidad de raciocinio al mejor postor. Y es que, en una época de engaño universal, decir la verdad constituye un acto revolucionario (George Orwell). Pero ¿es esto casualidad? Pues claro que no. Todo lo que estamos viviendo en nuestros días ya hace tiempo que fue planeado. Las riquezas del planeta están en manos de un uno por ciento, y éste quiere y está imponiendo su voluntad, sus ideas, sus criterios al resto del noventa y nueve por ciento. El mundo, la humanidad, la quieren manejar como si fuera su empresa privada, quieren establecer un gobierno mundial. El organismo de la Naciones Unidas nació precisamente con este fin: ser sede de esta gobernanza mundial. Ha sido un organismo utilizado para imponer políticas a los países de corte dictatorial y totalitaria en aras disque de una mejor convivencia y paz mundial. El ex secretario de estado norteamericano en los gobiernos de Richard Nixon y Gerald Ford, Henry Kissinger, llegó a afirmar que la defensa de los derechos humanos es puro sentimentalismo que hay que desterrar para que no interfiera ni debilite las acciones de estos amos del mundo.

  Pues estos amos del mundo ya han encendido la maquinaria para imponer al resto de la humanidad su nueva visión del mundo, el mundo que ellos quieren, el mundo que ellos nos han preparado a sus esclavos y que tenemos que aceptarlo queramos o no. Todo viene manejándose como una agenda global conocida como la Agenda 2030 que contienen los Objetivos del Desarrollo Sostenible.  Esta agenda ha tenido un retraso en el programa establecido de cuatro años, llevada a cabo por la administración Trump. Creo que esto nos llevará a entender mejor el por qué estos poderes oscuros se han ensañado contra este hombre desde el principio de su administración hasta este momento. Este presidente no es nada afín a los intereses ni imposiciones de estos amos del mundo. Los que nos gobiernan son cómplices de este grupo infame, globalista y totalitario. Ellos están viviendo en una especie de idiotización y quieren contagiarnos a los demás de eso mismo. Tenemos que rechazar semejante imposición. Son gobernadores, pero ¿gobernadores de qué? ¿Para quién o para quiénes gobiernan? ¿Para el pueblo, que se supone los eligió con su voto popular? Hay quienes afirman que estos gobernantes en realidad han sido elegidos, puestos, nombrados por estos amos del mundo, y han hecho creerles a los pueblos que son ellos los que los han elegido.

  De las cosas o acontecimientos que han sucedido en estos últimos meses parece ser que todo complota contra la humanidad en esta carrera por imponer esta agenda política, marxista y totalitaria a los países. Ya la revista inglesa The Economist, en su portada publicada en este mes de noviembre, vaticina cómo será el mundo a partir del inicio de la próxima década: un mundo marcado por el virus covid19 y sus consecuencias nefastas como el confinamiento de toda la población, el uso de las mascarillas que parece ser permanente, el distanciamiento de las personas, la llegada de las vacunas en tiempo récord que atentan contra el sistema inmunológico, como lo es la vacuna contra la gripe A; las consecuencias negativas para la economía mundial; un presidente en la Casa Blanca que no ha sido declarado oficialmente ganador, pero si así lo fuere, sí parece ser que será pieza clave en lo que a la imposición de esta agenda global se refiere por todo lo que ha venido diciendo que implementará con su programa de gobierno para su país, como en sus políticas externas.

  El mundo que esta por instalarse y que ya está dando señales claras de que ha llegado, será un mundo difícil; un mundo que en muchos provocará pánico y miedo; en otros no provocará casi nada porque estarán de acuerdo con todo lo que se le ofrezca; hay otros que son indiferentes ya que parecen estar en una especie de adormecimiento mental. Este mundo se proyecta como el inicio del Gran Reseteo Mundial, - liderado por el Foro Económico Mundial -, el fin de las libertades, la eliminación del trabajo, de la privacidad; el surgimiento de la moneda digital, renta básica universal. Habrá muchas crisis, - de hecho, ya las hay -, y estas crisis cambian el estado de las cosas, de los países, de la economía y las instituciones. Es una crisis preparada por los “amos del mundo” para que sus esclavos les rueguen que los saquen, liberen de estas crisis. Es el control que han venido ejerciendo y profundizando cada vez más y lo han hecho muy bien. Pero ¿Qué es lo que motiva a estas personas a actuar de esta manera contra el resto de la humanidad? Pues su ansia de controlar y manipular a cuantas más personas mejor y esto también implica más y más poder. Son personas que parecen ser que disfrutan humillando a los demás; que aparentan ser los salvadores de los males de la humanidad. Pero en realidad imponen una especie de soberanía global sobre toda la humanidad que se ejercerá desde un gobierno mundial privado y que no tolera la soberanía de los estados. Esta gente, estos amos del mundo tienen toda la facilidad para jugar, para manipularnos a todos nosotros; pues ¿quién les dio a ellos el permiso, la autorización para que asuman la dirección del mundo y todo lo que esto está implicando?

  Con esto que hemos dicho, creo que sí tiene sentido toda esta parafernalia que se ha venido desarrollando en este año, a partir del surgimiento de la “pandemia del virus covid19”. ¿Por qué este virus no lo lanzaron un par de años antes? Se esperaron a este año porque ese fue su plan desde el principio; había que crear la cortina de humo para que la población se dejara arropar por ella. Se sigue fomentando el miedo y el pánico en la población con los “rebrotes” que están sucediendo, pero sin ningún análisis científico de los casos y cuando ya se sabe que las pruebas PCR no son del todo confiables por el alto porcentaje de falsos positivos que arroja, y esto coincide con la aparición de las “vacunas milagrosas”, así como proyectos de leyes de vacunación obligatoria. Pero ¿a qué costo? Se habla de millones y millones de dólares de los que se beneficiarán las grandes farmacéuticas; vacunas estas que no tienen la efectividad requerida, aunque sus inventores aseguren su eficacia en casi un cien por ciento y ya se han registrado en los voluntarios efectos secundarios irreversibles. Nos quieren tomar como ratones de laboratorio. El mismo Bill Gates ya ha dicho que él no les pone vacunas a sus hijos, ¿por qué será? No cabe dudas de que parte del plan es realizar un gran y jugoso negocio.

  Pues para mí este es a groso modo el mundo que ya está haciendo su entrada; ya tiene un pie dentro de nuestras vidas, pero le falta entrar el segundo para imponerse y ese segundo paso dependerá, en gran parte, de cómo terminen los resultados de las elecciones de los EEUU.

 

¡Bienvenidos al mundo que George Orwell describió en su novela 1984!

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