En el código deontológico periodístico están
establecidos los siguientes principios: “1.- informar de manera veraz, exacta,
amplia y oportuna; 2.- investigar e interpretar y opinar desde el interés
público (del pueblo, la sociedad civil, de los ciudadanos, del bien común de la
sociedad); 3.- difundir, exigir y defender de manera proactiva los derechos y
deberes personales y colectivos; 4.- fiscalizar con independencia a los poderes
del Estado, del mercado y de la sociedad civil; 5.- contrastar los datos con
cuantas fuentes periodísticas sean precisas.
Lo que está sucediendo con la prensa en los
EEUU a raíz de este proceso electoral hacia la presidencia de ese país, no cabe
dudas de que están dejando unas serias e importantes secuelas de aprendizaje y
que tocan de manera puntual la objetividad del periodismo, no sólo de esa
nación, sino también a nivel mundial. en los EEUU está la sede de muchos medios
de comunicación y prensa de los más influyentes del mundo. Es una especie de
“guía”, si se quiere, lo que esos medios publican en sus canales para que el
resto del mundo pueda tener o hacerse una idea de lo que está sucediendo en el
orbe. Pero, lo que me interesa señalar y hacer referencia en esta ocasión, es
comentar parte del papel que vienen jugando estos medios de comunicación y de
prensa en este proceso electoral estadounidense y su influencia que han
ejercido en el resto del mundo con las “noticias” que vienen desplegando y
ofreciendo al público.
Estos medios de prensa no están contando los
hechos como son, como están sucediendo. Están faltando a ese primer principio
del código deontológico que hemos mencionado al principio: no están informando
con veracidad; más bien parece ser que se están comportando como una especie de
“mafia mundial” que está ofreciendo o marcando una línea editorial que nos
tenemos que creer sin más y mucho menos cuestionar. Lo que están contando estos
medios no hace causa con la verdad y siguen tergiversando lo que está
sucediendo con las elecciones presidenciales y su proceso, porque todavía el
organismo oficial para el caso no ha declarado un ganador oficial de la
contienda. Estos medios se han abrogado una autoridad que no les compete; más
bien esto lo que ha dado pie es para pensar que algo raro se está gestando
detrás de esta desinformación. Para buscar o encontrar información veraz, hay
que escudriñar en otros medios alternativos para contrastar la información ya
que ningún medio de los llamados “oficiales o conocidos” no lo están haciendo.
Es una prensa que está silenciando, censurando a quien exprese opiniones, ideas
y pareceres contrarios a los que ellos transmiten. Literalmente estos medios
influyentes están silenciando, callando la verdad objetiva de todo este
proceso. Los EEUU en estos momentos está dividido; el mundo está dividido,
polarizados entre los mentirosos, los falsos, los fraudulentos y los
verdaderos, los que quieren y exigen justicia.
Y es que hay una realidad o hecho que está a
la vista de todos y que no se puede ocultar: los tribunales de algunos estados
como Georgia, Pensilvania, Arizona, Wisconsin han ordenado un recuento de los
votos porque se ha alegado un posible fraude electoral. Esta situación pone en
entredicho el sistema electoral del país y genera la desconfianza del
electorado. Estos hechos hacen que aún el colegio electoral no pueda concluir
con el conteo de votos y por lo tanto no pueda declarar un ganador. Esto lo
sabe la prensa, los medios, periodistas y aun así han declarado a un ganador
que, más bien, se debería de hablar de una “proyección”: no es lo mismo
proyectar un ganador que declararlo ganador. Esto nos debe hacer recordar toda
la disputa que se armó en las pasadas elecciones del 2016 donde una de las
partes siempre alegó fraude e hizo hasta lo imposible por deslegitimar al
ganador presentando pruebas falsas; y hoy esa misma entidad política es la que
no acepta para nada el alegato de fraude de la parte contraria. Entonces, ¡lo
que ayer fue bueno para mí porque me convenía, hoy es malo porque no me
conviene! Si una de las partes considera que se ha cometido fraude, pues tiene
todo el derecho a hacer sus reclamos si consta con las debidas pruebas para
demostrarlo. No se trata de impugnar por impugnar. No se trata de estar a favor
de uno u otro candidato. Se trata de estar a favor y de cuidar la
institucionalidad, de decirle al mundo, de manera especial al pueblo
norteamericano la verdad. La presidencia de un país no es una persona, es una
institución. Tiene que hacerse justicia y todos nosotros debemos demandar lo
mismo. Lo que ha sucedido en ese país es un claro atentado contra su
institucionalidad y eso no lo pueden dejar pasar. Por esto es que hemos visto
desde el principio cómo la parte afectada por este supuesto fraude, - porque
hasta que no se demuestre en los tribunales su veracidad, no podemos darlos por
válidos -, ha querido resolverlo por medio de los tribunales de justicia y no
por el uso y abuso de la fuerza, - como dicen estos medios -, que como
presidente tiene aún el señor Trump.
Esta manipulación de los medios de comunicación
y de prensa, han provocado que algunos presidentes de países y gran una parte
de líderes mundiales hayan emitido sus felicitaciones al “supuesto” candidato
ganador, aun sabiendo de que no se ha producido la declaración oficial del
organismo que debe de hacerlo. Estos líderes mundiales se han saltado las más
elementales normas institucionales al respecto y hasta se ha interpretado como
una acción de injerencia en asuntos internos de ese país. Esto puede traer
consecuencias diplomáticas serias en dado caso de que así lo considere la
nación afectada. Parece ser que se han montado en una especie de “ola” para
seguir creando percepción en la población de que las cosas son así.
Pero, en estos días que han transcurrido y
con las pruebas de fraude e impugnación que la parte afectada ha presentado en
los tribunales correspondientes, la intención de estos medios de prensa parece
ser que está tomando una nueva dirección; están más cautos en sus comentarios.
Y esto parece que tiene que ver con el elemento de que, un alto porcentaje del
público ya no los escucha y ha provocado que la facturación de sus empresas
este disminuyendo. ¿Como es posible que estos medios hayan censurado al mismo
presidente del país cortándole la rueda de prensa diciendo que lo que estaba
diciendo eran mentiras? Esa no es la correcta accionar de la prensa. Ellos no
son jueces para determinar si es verdad o mentira lo que se está hablando. Su
trabajo es cuestionar, indagar, confrontar, comparar la información ofrecida.
Aquí en nuestro país hemos tenido un accionar de la prensa también de forma
manipuladora y engañosa ya que se han dedicado a seguirle el juego a esa prensa
internacional sin hacer las debidas investigaciones ni confrontaciones de la
información. Han asumido la postura también del ataque a una de las partes sin
ningún miramiento, de una manera irracional y se han equivocado. Éstos también
han perdido mucha credibilidad en gran parte del público que no les cree nada.
Tampoco han hecho referencia a todo el proceso de impugnaciones que se está
llevando a cabo en los tribunales de esa nación y se convierten así en
cómplices de una prensa globalista, manipuladora, embaucadora, mentirosa,
dictatorial y totalitaria, que asesina la verdad. Se equivocaron y se siguen
equivocando. Tenemos una parte de la población manipulada que no razona ni
piensa en todo el cúmulo de mentiras que se nos está transmitiendo y obligando
a aceptar como verdadero. ¡Eso no es periodismo objetivo! El periodismo mundial
en estos momentos está siendo muy cuestionado por su falta de objetividad e
imparcialidad. Y a qui en nuestro país RD ni se diga.
Sigamos esperando los resultados oficiales de
esta contienda electoral estadounidense. Sólo existe un organismo oficial que
debe de dar al justo ganador y se llama Colegio Electoral, y esa decisión tiene
que ser abalada y anunciada por el Congreso de los EEUU. Esto sucederá hasta el
día 14 de diciembre. Todavía se están conociendo las impugnaciones en los
tribunales judiciales. La prensa debe mantener permanentemente un código de
respeto e imparcialidad. No deben seguir fomentando la división. Y la población
en general debemos ser cuidadosos con estas informaciones que están saliendo en
los medios y prensa. Aprendamos a no creernos todo sin cuestionar las ideas.
Recordemos que no siempre la información pública coincide con la información
publicada.
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