Agustín Laje vino, habló, debatió,
se fue y dejó a los progres ardiendo, pero de coraje e impotencia. A escasos
días de que el politólogo, escritor y provida argentino Agustín laje salió del
país, se sigue hablando de él en los medios de comunicación y las redes
sociales de lo que significó su visita en esta ocasión y, sobre todo, de lo que
ocasionó en las diferentes entrevistas y debates a las que fue invitado, presentando
sus razones y argumentos para justificar su pensamiento y su convencimiento de
la lucha provida.
Este artículo no pretende ser una evaluación
estricta o completa acerca de los debates y entrevistas en las que participó
este politólogo y escritor argentino, sino más bien una opinión más y que quizá
pueda expresar alguna idea que otros a lo mejor no hayan mencionado o resaltado
en sus opiniones.
De
todas las entrevistas, charlas, conferencias y disertaciones que tuvo Agustín
Laje en nuestro país en estos días pasados, las que más han llamado la atención
fueron la entrevista o, mejor dicho, debates, -porque así se promocionaron en
los medios y hasta de una manera muy rimbombante -, que tuvo con el reconocido
siquiatra dominicano Dr. Guerrero Heredia y la segunda con el dirigente político
del Partido de la Liberación Dominicana, José La Luz. Esta última fue
promocionada como “el debate del siglo”.
Hablemos
del primero. Ya sabemos, por videos que están circulando en las redes sociales
que, este siquiatra había dicho en el año 2019 que el señor Agustín Laje había
rechazado una invitación a su programa para una entrevista señalando al mismo
tiempo que ese rechazo se debió a que el “extranjero” había cogido miedo. Ya
para esta ocasión, el mismo doctor en su video de promoción del debate, había
dicho que tendrían al invitado y que la discusión sería desde el plano
científico para ver si era justificable su postura provida y demás. Pero, al
ver el video de promoción del doctor y observar sus gestos en el mismo, nos
podemos dar cuenta de que la real intención era ridiculizar al invitado porque
se tiene la idea de que su pensamiento se fundamenta en razones más que
científicas, sino en razones religiosas. Recordemos que el Dr. Guerrero Heredia
presume y alardea de que es ateo y como “buen” ateo pues asume la actitud de
burla e irrespeto al hecho religioso y los creyentes.
No puedo hacer aquí un análisis del debate
porque no es la ocasión. Pero lo que sí puedo mencionar es que, - y todos lo
vimos -, como dice el dicho popular “el doctor fue por lana y salió
trasquilado”. Se le llamó debate, pero en realidad no fue debate. Allí lo que
menos se debatieron fueron las ideas. El doctor en realidad no se preparó para
enfrentar con contenido científico las ideas de su invitado. Se metió en un
terreno donde quedó evidenciado que no domina. Quiso llevar a su terreno a su
invitado, pero fue todo lo contrario. Se le notó al doctor actitudes de enojo,
soberbia, altanería, egocentrismo, pedantería, de no lograr sacar de sus casillas
a su invitado. Recordemos que el señor Laje inició su intervención exigiéndole
al doctor que se retractara de lo que había dicho en su video del 2019 donde lo
acusó de rechazar su invitación al programa por miedo, al mismo tiempo que le
señalaba que no era justo que utilizara esa artimaña para tener o subir rating.
El doctor Guerrero Heredia, lleno de rabia e
ira, se salió de la intención primaria del debate y el recurso que le quedó fue
el de irse a lo personal. Utilizó palabras ofensivas, denigrantes, vejatorias y
discriminatorias. Sacó a relucir en un momento determinado del acalorado
“debate”, sus logros personales, como sus estudios en la Universidad de Yale
mientras le decía a su invitado que viene de un campo de Argentina. Tampoco yo
no quiero justificar las actitudes y reacciones del señor Laje pero, entiendo
que si estas siendo atacado de mala manera, con mala intención, de humillarte y
hacerte quedar en el ridículo, pues no le quedó de otra que rebatir y hasta de
caer en ocasiones en las mismas actitudes que su atacante. Yo he visto muchas
entrevistas y conferencias del señor Laje y han sido con toda la altura de lo
que se llama debate, sin importar que sean acaloradas.
Una de las cosas que más llamó la atención de
ese encuentro radial entre estos dos personajes, fue que, en un momento de la
acalorada discusión el señor Laje le enrostró al doctor Guerrero Heredia que él
no sabía ni conocía el proyecto de ley que cursa en el Congreso Nacional sobre
este tema ni tampoco conocía lo que dice la Constitución Dominicana al
respecto. ¡Eso duele! Y, sin embargo, él que es extranjero, si los conoce.
El doctor Guerrero Heredia siempre se ha ufanado
de ser un hombre de ciencia. Él ha llegado a decir en otras ocasiones, al
referirse a la Biblia, que ese es un libro innecesario y ocultista. Pues para
esta ocasión hasta le extrañó que el señor Laje no se haya leído la Biblia;
aprovechando después estas palabas como acusación de que defiende la vida en
base a algo que él no se ha leído. Habría que preguntarle también al doctor si
él se ha leído completamente, desde la A hasta la Z, el Manual de psiquiatría,
que viene siendo una especie de “libro sagrado” para estos profesionales de la
salud mental. El señor Laje le ripostó al doctor que él no es teólogo y mucho
menos vino a hablar de religión. Algo que tiene el señor Laje, y eso se ve a
simple vista, es que él no mezcla o no le gusta hacer uso del recurso de las
ideas religiosas para sus debates ni moldear su pensamiento sobre este y otros
temas. A todo esto, el doctor Guerrero Heredia parece que vio en estas palabras
del Señor Laje un elemento de ataque y manera de desprestigiar su lucha provida
acusándolo de que fue traído y contratado por la Iglesia Católica para estos
debates y ni siquiera se ha leído la Biblia. Es decir, en otras palabras, lo
acusaba de que es ateo, y cómo es posible que la Iglesia Católica trajera y
contratara a un ateo para que hablara en contra del aborto desde el ámbito
religioso. Pero esto es falso. El señor Laje no es ateo; es católico. Él mismo
lo ha dicho. Y cuando le han preguntado por qué en sus debates y conferencias
no habla de la religión, lo que ha respondido es que todo lo que él ha
estudiado, investigado y reflexionado tiene material suficiente para argumentar
sus ideas y pensamiento que no necesita del elemento religioso para ello. Y también
así se evita que lo acusen y señalen de fundamentalista religioso.
¿Qué ha sucedido después de este debate? Pues
que el doctor Guerrero Heredia se ha dedicado a ir a otros programas y en el
suyo propio, a hablar sobre lo sucedido con el señor Laje. Realizó un programa
en donde se puso a “deconstruir” la persona del señor Laje. El doctor se sigue
justificando; él es el que estuvo siempre correcto; él fue el que sacó a Agustín
Laje de sus casillas; se dirige a él con palabras despectiva y discriminatorias
diciéndole “señorita”, “niña”, “el extranjero”. Esto no es más que una falta de
respeto. Me viene a la mente el famoso dicho que dice “lo cortés no quita lo
valiente”. Y esto fue lo que menos hizo el doctor Guerrero Heredia con su
invitado: no fue cortés, ni respetuoso; más bien fue desconsiderado.
¿Y qué decir del calificado “debate del
siglo”? Sabemos que el señor José La luz es político. No sé si estos dos
profesionales en sus áreas han hecho o tienen un título académico en el terreno
de la comunicación o el periodismo. Pero si los tuvieran, me parece que no
pusieron en práctica, por lo menos para esta ocasión, quizá lo más fundamental
de la comunicación en lo referente a cómo se hace o se realiza una entrevista o
un debate.
Todos o muchos conocemos al señor José La
luz. Sus desmanes, su soberbia, también su ateísmo, si no todo su pensamiento,
si gran parte de ello. Un hombre que tiene sus ideas políticas definidas. Es un
político que ha manifestado su apoyo y bien parecer a toda esa política foránea
que nos viene de los organismos internacionales como la ONU, ha asumido una
política pro-haitiana, con lo que eso implica para nuestro país; ha asumido también
su apoyo, porque lo ha manifestado en varias ocasiones, a lo que tiene que ver
con la ideología de género; y otras ideas políticas más.
Pues este señor José La luz, en ocasiones
anteriores manifestó que quería tener un debate con el señor Laje, pero que no
se pudo llevar a cabo la vez pasada cuando vino a nuestro país. El señor José La
luz ha hecho comentarios acerca del señor Laje y su pensamiento, y en esta
ocasión tuvo la oportunidad de ir a un debate de ideas con el argentino. Un
debate que fue organizado por un tercero en su programa de red social. Está el
video del debate y se nota a un José La Luz exaltado, no dejaba hablar a su
oponente, no respetaba el tiempo de argumentación propio ni del otro; en muchas
ocasiones durante el debate se le pedía que dejara hablar al señor Laje y éste
mismo también se lo hacia notar. El señor José La Luz presentó en algunos
momentos del debate argumentos válidos, aunque no de refutación para su
oponente. Pero, lo que más llamó la atención de sus ideas fue cuando hizo
referencia al asunto de por qué los hombres tenemos pezones para justificar que
somos bisexuales y después cuando hizo la comparación con el caballito de mar y
las bacterias; palabras estas que ni al caso y más bien lo que ha provocado es
burla y memes. El señor José La luz, en la promoción del debate, se quejaba
públicamente de que tenía muy poco apoyo de los dominicanos y que eso él lo
veía mal. Hubo algunas personas que le endosaron su apoyo sólo por el hecho de
ser dominicano. Pero, la pregunta aquí sería ¿es válido dar su apoyo a este
señor sólo por el hecho de ser dominicano? ¿Y entonces la razón dónde queda? ¿La
razón, la verdad tiene nacionalidad? ¿A quién se le da la razón: al que la
tiene o al que la exige?
Para mi esto no fueron debates de ideas. Más
bien los considero espectáculos de muy mal gusto y donde nos dejan muy mal
parados, no sólo ante el pueblo dominicano, sino en el extranjero. Solo hay que
ver los comentarios que hacen a esos videos desde el extranjero para darnos
cuenta de la imagen que estos dos profesionales en sus respectivas áreas y
metidos a disque comunicadores, han echado en el saco de la basura al pueblo
dominicano. Creo que estos errores son fruto de la carencia que tenemos en
nuestra sociedad en cuanto a esta figura del debate se refiere. Carencia que
viene desde el sistema educativo que no se nos ha educado ni enseñado para
esto. Hemos visto muchos debates internacionales, pero cuando nos toca hacerlo
nosotros, fallamos, ya que no tenemos ni conocemos las reglas fundamentales de
esto. Un ejemplo real: ¿Cuándo aquí en nuestro país, nuestros políticos han
debatido sus proyectos e ideas políticas cuando están en campaña? Recuerdo a
uno de ellos que dijo: “El debate no es necesario cuando la persona sabe que
está ganada”. Creo que esa figura debe establecerse en nuestra constitución,
como lo hacen en otros países más desarrollados e igual que nosotros. La
sociedad dominicana debemos de exigirles a nuestros políticos que debatan sus
proyectos e ideas si es que quieren nuestro voto.