A raíz de la muerte del señor George Floyd mientras
se encontraba bajo custodia policial en la ciudad de Minneapolis en el estado
de Minnesota, generó una ola de protestas contra la violencia racial en varias
ciudades importantes de los Estados Unidos y, principalmente en los estados
gobernados por los demócratas; así como las mismas se extendieron por varios
países del mundo, incluyendo nuestra América Latina. No es mi intención hacer
una cronología de ese hecho que, por un lado, fue muy lamentable; y por otro
tampoco justifica todos esos desórdenes que se produjeron por grupos de
facineroso amparándose en un supuesto acto de discriminación y abuso policial.
Hemos de recordar a los dos grupos más representativos de estos hechos: Black
Live Matter (Las vidas negras importan) y Antifa.
Quiero empezar mencionando que la Cámara de Representantes
de los Estados Unidos sometió un proyecto de ley en honor a George Floyd contra
el racismo y la brutalidad policial llamada “Ley de Justicia en las Tácticas
Policiales George Floyd”; y que trata sobre un plan de reformas de la
policía en todo el país propuesto por el Partido Demócrata. Este proyecto de
ley fue presentado en junio del año pasado. Como era de esperarse, este proyecto
fue aprobado por la bancada demócrata. La líder de los demócratas, la señora
Nancy Pelosi, - quien fue la que presentó la propuesta de ley -, dijo para esa
ocasión: “Esta es una propuesta de ley que transformará las cosas. Este es
un día importante. El martirio de George Floyd ha generado un cambio en el
mundo”. La bancada republicana, en ese entonces no se había pronunciado a
favor de la propuesta y el expresidente Donald J. Trump había amenazado que la
vetaría. Pero ya a estas alturas de este año 2021 y con los demócratas en la Casa
Blanca y en el Congreso, esta propuesta ya es ley.
Tenemos, por otro lado, otros casos que se
han venido presentado en esta misma línea de luchar contra la discriminación
racial. La empresa o franquicia cinematográfica Space Jam, decidió
desexualizar a su personaje de Lola Bunny y eliminar al personaje Pepe Le Pew.
Un columnista hizo un señalamiento en contra de la compañía Loony Tones,
acusándolos de promover la “cultura de violación” con caricaturas como
Skunk, Pepe Le Pew, y el racismo con el personaje del ratón Speedy González.
Otro ejemplo de este tema racial y que los grandes medios también hacen su
trabajo para influir en ello es el caso de la actriz de origen argentino-británico
Anya Taylor-Joy, que fue llamada “mujer de color” por la revista Variety
en un artículo sobre su triunfo en los premios Globos de Oro por su trabajo en algunas
series televisiva. Pero resulta que la misma actriz se ha descrito en varias
ocasiones como una “latina blanca”.
Otra empresa cinematográfica infantil es la
de Cartoon Network que estrenó una serie de anuncios antirracistas diciéndole a
los jóvenes, sobre todo, que “vean el color”: el primero de los anuncios
se titula “no lo niegues, desafíalo”; el segundo se titula “cuenta la
historia completa”, y el tercero se titula “ve el color”. Este último
comercial intenta enseñar que hay que visibilizar el color, para evitar la discriminación.
Esta campaña está financiada nada más que por la National Black Justice
Coalition (NBJC) organización dedicada al empoderamiento de las lesbianas
negras, gais, bisexuales, transgénero y no heterosexual, y los que aman a su
mismo género.
Un caso que sonó con mucha fuerza en los
medios y las redes sociales es el de la compañía Coca Cola que ha iniciado un
entrenamiento de sus empleados sobre cómo “ser menos blanco”. El
programa se llama “Confrontando al racismo. Entendiendo qué significa ser
blanco. Retando qué significa ser un racista”. El programa enseña a usar
frases tales como: “ser menos opresivo, ser menos arrogante, ser menos
certero, ser menos defensivo, ser menos ignorante, ser más humilde, escuchar,
creer, romper con la apatía, romper con la solidaridad blanca”, pero sin
explicar cómo. La abogada conservadora Harmeek K. Dhillon, dijo que las imágenes
de este curso parecen mostrar lo que calificó como “discriminación racial
brutal” contra la gente blanca; y la comentarista política conservadora
Candace Owens, hizo un llamado a los empleados para introducir demandas contra
la empresa. Claro que después de estos señalamientos, la empresa se desvinculó
del programa y más bien hizo alusión a su entrenamiento global llamado “Mejor
Juntos”, que ayuda a construir un espacio de trabajo más inclusivo.
Otro ejemplo de esta nueva pandemia del
complejo racial que está azotando el mundo lo tenemos con el alcalde de
Londres, Sadiq Khan, que creó una Comisión de la Diversidad inspirada en
BLM, para tratar de remover estatuas del ámbito público. Esta Comisión planea
mejorar y aumentar la diversidad, con miras en los nombres de las calles y
edificios, estatuas y monumentos; así mismo se encargará de incrementar la
representación de negros, asiáticos, comunidades de minorías étnicas, mujeres,
LGTBIQ+ y discapacitados. Según el alcalde, los espacios públicos de la
capital, así como las estatuas y nombres de las calles, conforman una época
pasada del país. Pero, los hechos y personajes históricos del país, ¿dónde
quedan?
Otro más. El presentador de color de la
cadena CNN, Don Lemon, ha declarado que, para erradicar el racismo en los
Estados Unidos, el público debe ser informado y obligado a aprender que Jesús
era una persona negra o morena, no blanco. Este comunicador aduce, según él,
que ya es tiempo de que debemos ser realistas acerca de Dios y la Biblia: “Si
eres una persona de fe en este país, una buena forma de comenzar es presentar
la verdadera identidad de Jesús. Era una persona negra o morena, en lugar de
alguien que parece hippy blanco de Suecia o Noruega… un Jesús negro o un Jesús marrón.
Jesús se parecía más a un musulmán o alguien moreno, que a un carpintero de
apariencia rubia”. Y en Las Vegas, un estudiante biracial que se negó a
confesar su “dominio blanco” fue desaprobado por su profesor. William Clark,
estudiante de secundaria, recibió una calificación reprobatoria de su clase de Sociología
del Cambio cuando su profesor le pidió que revelara su raza, género,
identidad religiosa y sexual, y se le exigió que las etiquetara despectivamente
cada una; y luego pidió a los demás estudiantes que deshagan y desaprendan sus
creencias, actitudes y comportamientos que se derivan de la opresión. Mientras
la Universidad de Columbia albergará seis graduaciones separadas según la raza,
el nivel de ingresos y las etnias. Según la Universidad, estos eventos brindan
un entorno más íntimo para que los estudiantes e invitados se reúnan,
incorporen tradiciones culturales significativas y celebren las contribuciones
y los logros específicos de sus comunidades.
Miremos este otro ejemplo de complejo racial.
La cantante Camila Cabello acude a “Sesiones de Curación Racial” para
que la corrijan. Dijo la cantante a la revista People: “Te corrigen, tienes
tareas y aprendes. Así es como avanzas. Ahora lo sé mejor para poder hacerlo
mejor”. Esto se debió a que, según publicaciones en sus redes sociales, la
responsabilizaron de unas publicaciones de insultos raciales y xenófobos cuando
era adolescente contra negros, asiáticos y mexicanos.
Y, por último, mencionamos el caso de la
joven afroamericana, poetisa y activista política, nacida en Los Ángeles,
Amanda Gorman, que participó en la toma de posesión de Joe Biden. Pues la obra
de esta poetisa para ser traducida a otros idiomas, cancelaron a dos
traductores, - una de origen holandés y el otro de origen catalán -, por ser
blancos.
En definitiva, no cabe dudas de que esta
nueva cepa pandémica del complejo racial está avanzando a pasos acelerados y
está marcando un camino que muchos ya han empezado a recorrer. Esta es una imposición
más con la que tenemos luchar para no dejarnos convencer de lo que no somos.
Como diríamos en el buen dominicano, tenemos que desafanarnos de este complejo
de guacanagarix si es que queremos ser valorados por lo que somos, sin
complejos. No sigamos siendo políticamente correctos en este y otros temas.
Este tema parece más bien de moda y de ser “cool”. No seamos nimios en nuestras
ideas y convicciones. No nos dejemos apocar por lo que somos, por nuestros
valores, principios, cultura e identidad. Los Amos del Mundo siguen fielmente
el dicho popular “divide y vencerás”. Con sus imposiciones ideológicas siguen
quebrando a las sociedades. ¿Hasta cuándo se lo permitiremos?
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