miércoles, 17 de marzo de 2021

La nueva cepa pandémica: el virus o complejo racial.

 

  A raíz de la muerte del señor George Floyd mientras se encontraba bajo custodia policial en la ciudad de Minneapolis en el estado de Minnesota, generó una ola de protestas contra la violencia racial en varias ciudades importantes de los Estados Unidos y, principalmente en los estados gobernados por los demócratas; así como las mismas se extendieron por varios países del mundo, incluyendo nuestra América Latina. No es mi intención hacer una cronología de ese hecho que, por un lado, fue muy lamentable; y por otro tampoco justifica todos esos desórdenes que se produjeron por grupos de facineroso amparándose en un supuesto acto de discriminación y abuso policial. Hemos de recordar a los dos grupos más representativos de estos hechos: Black Live Matter (Las vidas negras importan) y Antifa.

  Quiero empezar mencionando que la Cámara de Representantes de los Estados Unidos sometió un proyecto de ley en honor a George Floyd contra el racismo y la brutalidad policial llamada “Ley de Justicia en las Tácticas Policiales George Floyd”; y que trata sobre un plan de reformas de la policía en todo el país propuesto por el Partido Demócrata. Este proyecto de ley fue presentado en junio del año pasado. Como era de esperarse, este proyecto fue aprobado por la bancada demócrata. La líder de los demócratas, la señora Nancy Pelosi, - quien fue la que presentó la propuesta de ley -, dijo para esa ocasión: “Esta es una propuesta de ley que transformará las cosas. Este es un día importante. El martirio de George Floyd ha generado un cambio en el mundo”. La bancada republicana, en ese entonces no se había pronunciado a favor de la propuesta y el expresidente Donald J. Trump había amenazado que la vetaría. Pero ya a estas alturas de este año 2021 y con los demócratas en la Casa Blanca y en el Congreso, esta propuesta ya es ley.

  Tenemos, por otro lado, otros casos que se han venido presentado en esta misma línea de luchar contra la discriminación racial. La empresa o franquicia cinematográfica Space Jam, decidió desexualizar a su personaje de Lola Bunny y eliminar al personaje Pepe Le Pew. Un columnista hizo un señalamiento en contra de la compañía Loony Tones, acusándolos de promover la “cultura de violación” con caricaturas como Skunk, Pepe Le Pew, y el racismo con el personaje del ratón Speedy González. Otro ejemplo de este tema racial y que los grandes medios también hacen su trabajo para influir en ello es el caso de la actriz de origen argentino-británico Anya Taylor-Joy, que fue llamada “mujer de color” por la revista Variety en un artículo sobre su triunfo en los premios Globos de Oro por su trabajo en algunas series televisiva. Pero resulta que la misma actriz se ha descrito en varias ocasiones como una “latina blanca”.

  Otra empresa cinematográfica infantil es la de Cartoon Network que estrenó una serie de anuncios antirracistas diciéndole a los jóvenes, sobre todo, que “vean el color”: el primero de los anuncios se titula “no lo niegues, desafíalo”; el segundo se titula “cuenta la historia completa”, y el tercero se titula “ve el color”. Este último comercial intenta enseñar que hay que visibilizar el color, para evitar la discriminación. Esta campaña está financiada nada más que por la National Black Justice Coalition (NBJC) organización dedicada al empoderamiento de las lesbianas negras, gais, bisexuales, transgénero y no heterosexual, y los que aman a su mismo género.

  Un caso que sonó con mucha fuerza en los medios y las redes sociales es el de la compañía Coca Cola que ha iniciado un entrenamiento de sus empleados sobre cómo “ser menos blanco”. El programa se llama “Confrontando al racismo. Entendiendo qué significa ser blanco. Retando qué significa ser un racista”. El programa enseña a usar frases tales como: “ser menos opresivo, ser menos arrogante, ser menos certero, ser menos defensivo, ser menos ignorante, ser más humilde, escuchar, creer, romper con la apatía, romper con la solidaridad blanca”, pero sin explicar cómo. La abogada conservadora Harmeek K. Dhillon, dijo que las imágenes de este curso parecen mostrar lo que calificó como “discriminación racial brutal” contra la gente blanca; y la comentarista política conservadora Candace Owens, hizo un llamado a los empleados para introducir demandas contra la empresa. Claro que después de estos señalamientos, la empresa se desvinculó del programa y más bien hizo alusión a su entrenamiento global llamado “Mejor Juntos”, que ayuda a construir un espacio de trabajo más inclusivo.

  Otro ejemplo de esta nueva pandemia del complejo racial que está azotando el mundo lo tenemos con el alcalde de Londres, Sadiq Khan, que creó una Comisión de la Diversidad inspirada en BLM, para tratar de remover estatuas del ámbito público. Esta Comisión planea mejorar y aumentar la diversidad, con miras en los nombres de las calles y edificios, estatuas y monumentos; así mismo se encargará de incrementar la representación de negros, asiáticos, comunidades de minorías étnicas, mujeres, LGTBIQ+ y discapacitados. Según el alcalde, los espacios públicos de la capital, así como las estatuas y nombres de las calles, conforman una época pasada del país. Pero, los hechos y personajes históricos del país, ¿dónde quedan?

  Otro más. El presentador de color de la cadena CNN, Don Lemon, ha declarado que, para erradicar el racismo en los Estados Unidos, el público debe ser informado y obligado a aprender que Jesús era una persona negra o morena, no blanco. Este comunicador aduce, según él, que ya es tiempo de que debemos ser realistas acerca de Dios y la Biblia: “Si eres una persona de fe en este país, una buena forma de comenzar es presentar la verdadera identidad de Jesús. Era una persona negra o morena, en lugar de alguien que parece hippy blanco de Suecia o Noruega… un Jesús negro o un Jesús marrón. Jesús se parecía más a un musulmán o alguien moreno, que a un carpintero de apariencia rubia”. Y en Las Vegas, un estudiante biracial que se negó a confesar su “dominio blanco” fue desaprobado por su profesor. William Clark, estudiante de secundaria, recibió una calificación reprobatoria de su clase de Sociología del Cambio cuando su profesor le pidió que revelara su raza, género, identidad religiosa y sexual, y se le exigió que las etiquetara despectivamente cada una; y luego pidió a los demás estudiantes que deshagan y desaprendan sus creencias, actitudes y comportamientos que se derivan de la opresión. Mientras la Universidad de Columbia albergará seis graduaciones separadas según la raza, el nivel de ingresos y las etnias. Según la Universidad, estos eventos brindan un entorno más íntimo para que los estudiantes e invitados se reúnan, incorporen tradiciones culturales significativas y celebren las contribuciones y los logros específicos de sus comunidades.

  Miremos este otro ejemplo de complejo racial. La cantante Camila Cabello acude a “Sesiones de Curación Racial” para que la corrijan. Dijo la cantante a la revista People: “Te corrigen, tienes tareas y aprendes. Así es como avanzas. Ahora lo sé mejor para poder hacerlo mejor”. Esto se debió a que, según publicaciones en sus redes sociales, la responsabilizaron de unas publicaciones de insultos raciales y xenófobos cuando era adolescente contra negros, asiáticos y mexicanos.

  Y, por último, mencionamos el caso de la joven afroamericana, poetisa y activista política, nacida en Los Ángeles, Amanda Gorman, que participó en la toma de posesión de Joe Biden. Pues la obra de esta poetisa para ser traducida a otros idiomas, cancelaron a dos traductores, - una de origen holandés y el otro de origen catalán -, por ser blancos.

  En definitiva, no cabe dudas de que esta nueva cepa pandémica del complejo racial está avanzando a pasos acelerados y está marcando un camino que muchos ya han empezado a recorrer. Esta es una imposición más con la que tenemos luchar para no dejarnos convencer de lo que no somos. Como diríamos en el buen dominicano, tenemos que desafanarnos de este complejo de guacanagarix si es que queremos ser valorados por lo que somos, sin complejos. No sigamos siendo políticamente correctos en este y otros temas. Este tema parece más bien de moda y de ser “cool”. No seamos nimios en nuestras ideas y convicciones. No nos dejemos apocar por lo que somos, por nuestros valores, principios, cultura e identidad. Los Amos del Mundo siguen fielmente el dicho popular “divide y vencerás”. Con sus imposiciones ideológicas siguen quebrando a las sociedades. ¿Hasta cuándo se lo permitiremos?

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