Por P. Robert A. Brisman P
Bueno, pues la reacción de la Iglesia
católica alemana no se hizo esperar, y respondieron a este comunicado con estas
palabras: “Lamentamos con irritación que esa comunicación directa no haya
tenido lugar todavía. Según nuestro entendimiento, ¡la iglesia sinodal es
diferente! Esto también se aplica al tipo de comunicación actual, que causa
asombro en nosotros. No indica un buen estilo de comunicación dentro de la
Iglesia si no se publican declaraciones firmadas por su nombre”. Se
refieren los obispos alemanes que el comunicado no iba firmado por ninguna
autoridad vaticana ni si quiera por el santo padre. Pero ya el papa había
aclarado que fue un error de procedimiento, más no de voluntad.
Vayamos entonces a lo que recientemente ha
sucedido en este camino sinodal alemán con relación a las conclusiones a las
que han llegado. El pasado 10 de marzo, el camino sinodal alemán aprobó y quedó
asentado en sus documentos, la bendición a parejas del mismo sexo. Pidieron a
los obispos alemanes que en sus diócesis aplicaran las celebraciones de
bendición de las parejas que se aman, pero a las que no llega el matrimonio
sacramental. Esto también aplica a las parejas del mismo sexo sobre la base de
una revalorización de la homosexualidad como variante normal de la sexualidad
humana. En el texto de conclusión, el sínodo alemán afirma que “esta
prohibición resulta despiadada e incluso discriminatoria”.
Por otro lado, el sínodo alemán pide al papa
que reconsidere la eliminación o la opción del celibato sacerdotal, afirmando
que los “pilares que lo sostienen han caído de modo que a veces se han
convertido en un modo de vida precario”. Al mismo tiempo, piden además que los
obispos tengan potestad de conceder dispensas en casos individuales, como las
que ocurren con pastores evangélicos casados que se han convertido a la Iglesia
Católica. Y como si todo esto fuera poco, piden también que “cuando
tenga lugar la exención general de la promesa del celibato, examine si se puede
abrir también la posibilidad de que los sacerdotes ya ordenados sean liberados
de la promesa del celibato sin tener que renunciar al ejercicio del ministerio”.
Como vemos, estos dan casi por sentado que estas peticiones serán escuchadas,
ponderadas y aceptadas.
Piden o sugieren también la incorporación o
implantación de la ideología de género en la Iglesia y la ordenación de mujeres
al ministerio del diaconado. Pero esto no es más que el inicio de lo que
vendría después y que es en realidad lo que pretenden: que las mujeres puedan
acceder al presbiterado y episcopado. Y es que el sacramento del Orden es un
solo sacramento, hay una unidad entre los tres grados. Pero también han
concluido el que los laicos puedan predicar en las misas, puedan administrar
válidamente los sacramentos del bautismo y el matrimonio; también que puedan
confesar, aunque este punto lo trataran en otra ocasión; que haya acceso a la
comunión sacramental para todos, incluyendo los divorciados vueltos a casar y
de protestantes casados con católicos. Así tenemos que el obispo de la diócesis
de Osnabrück (Alemania), Mons. Franz Jösef Bode, ha hecho un llamado en su diócesis
a que todas las parejas que no pueden o no quieren casarse por la Iglesia, que
se acerquen a las parroquias a recibir la bendición, dijo: “Animo a todas
las parejas de nuestra diócesis que no puedan o no quieran casarse por la
Iglesia, pero que, aun así, quieran someter su relación a una bendición
eclesiástica, a que se pongan en contacto con nosotros”. Pero, sus acciones
no terminan ahí. También anunció que está preparando a un grupo de laicos para
iniciarlos en la administración del bautismo de manera ordinaria, predicar en
las misas y que participen en la elección del obispo.
Vemos que el documento de las conclusiones
utiliza un lenguaje ambiguo y estratégico para confundir. Apelan en el mismo al
sentimentalismo dejando a un lado la razón. Es la estrategia usada por todo y
en todo lo que sea a favor de esta mentalidad modernista y progresista. Es la
nueva religión del nuevo orden mundial: una religión que se centra en el ser
humano y se olvida de la trascendencia de este. Una religión que aparta al Dios
único, vivo y verdadero; que rechaza a Cristo y pierde el camino. Así se
confunde mejor a una feligresía poco formada y fácil de manipular. Y es que
estos alemanes han afirmado que su intención o plan es influir en la Iglesia
Universal para que adopte estas decisiones.
Pero las reacciones contra estas conclusiones
del camino sinodal alemán no se han hecho esperar. Tenemos la reacción del
Cardenal Gerard Müller, ex Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la
fe, que dijo, entre otras afirmaciones: “El camino sinodal alemán ha robado
a los católicos la verdad del evangelio”. Dijo además que “el camino
sinodal alemán ha reemplazado esa verdad con el producto de una ideología
homosexualizada, que es el verdadero centro de gravedad del sinodalismo alemán”.
Hizo el señalamiento de que el camino sinodal alemán no era en ningún sentido “una
discusión abierta basada en la palabra de Dios y no tenía ningún fundamento en
la constitución sacramental de la Iglesia. El camino sinodal alemán no
representa a nadie más que a sus propios miembros, y que debe haber un juicio y
deben ser sentenciados y destituidos de su cargo si no están aceptando la
doctrina católica… agregando que “es muy triste que una mayoría de
obispos votara explícitamente en contra de la doctrina revelada, y de la fe de
la Iglesia católica. De todo nuestro pensamiento cristiano, en contra de la
Biblia y de la tradición apostólica”.
Sin desperdicio...
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