miércoles, 16 de octubre de 2024

El problema de la crisis haitiana para la Rep. Dom. (1)

 

Por P. Robert A. Brisman P.

  La República Dominicana está viviendo unos tiempos difíciles en lo que se refiere a la crisis haitiana. Gran parte de esa crisis se ha trasladado para esta parte de la isla, debido a la criminalidad profunda que siempre ha existido en ese pueblo y que, con el auge e incremento de las bandas criminales, se ha profundizado más. Pues gran parte de esa criminalidad ha provocado que una gran cantidad de ciudadanos haitianos se vean en la imperiosa situación de huir de esa realidad para esta parte de la isla, provocado una migración masiva ilegal. En esta situación ha contribuido para la crisis el contubernio de parte de las autoridades, - civiles y militares -, dominicanas, parte del empresariado dominicano, que emplea esta mano de obra barata e ilegal, negándoles sus prestaciones laborales, y el tráfico de indocumentados de parte de ciudadanos dominicanos comunes. La frontera dominico-haitiana se ha convertido, desde hace tiempo, en un gran negocio, y que son muchos los que quieren irse a trabajar para allá para enriquecerse de manera rápida y con impunidad en desmedro de la soberanía nacional.

  Se habla mucho y siempre del tema de los derechos humanos. Pero esto se ha tomado como una excusa para ejercer presión, chantaje y manipulación, primero de parte de las mismas autoridades haitianas y sus ciudadanos, pero también de organismos internacionales que ejercen su presión sobre la República Dominicana, así como también, gran parte de dominicanos, - comunicadores, medios de comunicación, periodistas, políticos, empresarios -, que se suman a los anteriores para pedir, criticar y hasta exigir que no se les toque a estas personas porque se violentan sus derechos humanos. Pero ¿Puede una ilegalidad producir una legalidad? ¿Pueden los extranjeros ilegales, sean haitianos o de otros países, exigir derechos que la constitución dominicana les niega? Pues claro que no.

  La República Dominicana viene experimentando, desde varios frentes, un fuerte ataque a su soberanía en lo que a materia migratoria se refiere. Se le viene señalando a nuestro país que, debido a la aplicación de sus leyes migratorias, está ejerciendo la violación de los derechos humanos de los haitianos en nuestro territorio, así como practicando la xenofobia, la discriminación, y hasta la limpieza étnica, etc. Todo un rosario de epítetos que no son más que mentiras y lo que buscan más bien es arrodillar a nuestro país a que no ejerza su soberano derecho a aplicar sus leyes migratorias como lo hace toda nación soberana.

  Tenemos la situación del recorrido o lobby que viene haciendo su canciller, la Sra. Dupuy. De exigirle al gobierno dominicano que detenga las deportaciones. Pero es que ellos hasta se han enfocado en cerrar las puertas del lado de su frontera para no recibir a sus ciudadanos. Esta diplomática haitiana nunca se ha pronunciado contra las acciones que han ejercido soberanamente otros países con los migrantes haitianos, por ejemplo, el trato que le han dado los EEUU, Bahamas, México, Chile. De igual manera, ha venido haciendo pronunciamientos de este tipo el representante diplomático haitiano ante la OEA. Entonces ¿Quién, en realidad, son los xenófobos, discriminadores y violadores de los derechos humanos de los haitianos? ¡Son los mismos haitianos! La República Dominicana ha hecho y viene aplicando una gran ayuda a los haitianos ilegales en su territorio en lo que, a salud pública, educación y trabajo se refiere. La República Dominicana no se le puede pedir más de lo que viene haciendo por estas personas. No puede echarse encima la solución de la crisis haitiana. La República Dominicana no es la culpable de la crisis haitiana.

  La migración masiva ilegal no es beneficiosa para ninguna nación. Esto lo que trae es crisis social y económica, porque en ella viene también incluida parte de la delincuencia de los vecinos ya que, no hay un control adecuado de reconocimiento. Sabemos que una mayoría de los ciudadanos haitianos carecen de documentos de identidad y aquí en la República Dominicana tenemos el problema o limitación de que, al no tener esas personas sus documentos de identidad, se hace difícil identificarlos.

  Pero es que también desde hace tiempo se viene denunciando las malsanas intenciones de querer fusionar ambas naciones. Esto jamás sucederá, siempre y cuando los dominicanos estemos al tanto de esta treta y poder enfrentarla. Entre la República Dominicana y Haití jamás puede haber unificación. Somos dos naciones totalmente diferentes que lo único que tienen en común es que compartimos una misma isla. Cada uno debe ocuparse de enfrentar y solucionar sus propios problemas en su territorio y establecer algunas medidas que se puedan ejecutar en común, pero sin menoscabo de sus soberanías.

1 comentario:

  1. Gracias por expresar el sentimiento del pueblo dominicano. El clero dominicano debería imitarle. Bendiciones.

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